Tal día como hoy 18 de julio, hace 103 años, nació el líder antiimperialista y primer presidente negro de Sudáfrica, Nelson Mandela, hombre que dejó sembrado en los pueblos la esperanza de construir un mundo de igualdad.
A la edad de 26 años, Mandela se unió al Congreso Nacional Africano (CNA), con la que se encargó de luchar contra las políticas promovidas por el Partido Nacional.
El Partido Nacional llegó al poder en 1948, y afianzó el apartheid y la violencia contra los afrodescendientes.
Por su lucha contra el partido, el CNA es prohibido en 1960 y Madiba – como lo llamaban sus amigos y personas más cercanas – se fue a la clandestinidad, para seguir su lucha por la comunidad afrodescendiente.
En un artículo publicado por el portal El Mundo de España, el régimen del Partido Nacional consideraba a ‘Madiba’ un terrorista y le tuvo cerca de tres décadas entre rejas, cuando fue condenado a cadena perpetua por los poderes establecidos que consideraban su lucha como «traición a la patria».
Tras 27 años, Mandela – conocido por la prensa como el Black Pimpernel por su habilidad para escapar de la policía del régimen, logró salir en libertad, luego de pasar 18 años en la isla Robben, donde se encontraba prisionero en una celda de 2×2. Posteriormente, fue trasladado a la Prisión de Pollsmoor y luego a la Prisión de Victor Verster.
El 11 de febrero de 1990, fue puesto en libertad. Mandela, cuya liberación fue celebrada con vítores y bailes por parte de sus seguidores, ofreció un recordado discurso.
“Estoy aquí, no como un profeta sino como un humilde servidor de vosotros, el pueblo. Vuestros incansables y heroicos sacrificios han hecho posible que yo esté aquí hoy. Por lo tanto, pongo los restantes años de mi vida en vuestras manos” destacó.
Mandela, salió de prisión con sus ideas y dignidad en alto. Mientras estuvo en la cárcel, su reputación creció y llegó a ser conocido como el líder negro más importante en Sudáfrica.
«La celda es el lugar idóneo para conocerte a ti mismo. Me da la oportunidad de meditar y evolucionar espiritualmente», dejó escrito Mandela en uno de sus archivos más privados.
Encarcelado, estudió por correspondencia a través del programa externo de la Universidad de Londres, obteniendo el grado de Licenciado en Derecho.
En febrero de 1985 el presidente Botha ofreció la liberación condicional de Mandela a cambio de renunciar a la lucha armada. Sin embargo, rechazó la oferta, haciendo un comunicado a través de su hija Zindzi.
«¿Qué libertad se me ofrece, mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en los contratos”, afirmó el líder sudafricano.
Ya como presidente de Sudafrica, ante la ONU, levantó las banderas de lucha por los afrodescendientes.
«Seguramente es una de las grandes ironías de nuestra época que por primera vez en sus 49 años de historia esta Asamblea esté escuchando el discurso de un Jefe de Estado sudafricano surgido de la mayoría africana de lo que es un país africano», expresó Mandela en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1994, como presidente de Sudáfrica, citado en el portal del organismo.
Entre las distinciones que recibió se encuentra el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (1992) y el Premio Nobel de la Paz (1993), entre otros.
La ONU proclamó en 2009 el Día Internacional de Nelson Mandela cada 18 de julio en honor al nacimiento del líder sudafricano, por su contribución a la lucha contra el apartheid.
Mandela falleció el 5 de diciembre de 2013, a la edad de 95 años luego de sufrir una fuerte infección respiratoria.
En Venezuela, su lucha fue respetada y admirada, principalmente con la llegada de la Revolución Bolivariana y con su líder Hugo Chávez y ahora con el Presidente Nicolás Maduro, ambos defensores irreductibles de la lucha por la liberación de los pueblos pobres y por sus derechos.
¡Viva Nelson Mandela!
¡Viva la hermandad entre Sudáfrica y Venezuela!