En esta fecha, los venezolanos recuerdan la llegada del Héroe de América a Caracas, como fuera conocido el político y escritor cubano José Martí, destacado precursor del Modernismo literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la independencia de su país.
El motivo principal de su visita, un 21 de enero del año 1881, fue a rendir tributo al libertador Simón Bolívar. El poeta entró a Venezuela, por el viejo camino de La Guaira, a través de la llamada Puerta de Caracas, lugar donde hoy un sencillo monumento lo recuerda.
En su corta estancia en Caracas, Martí fundó la Revista Venezolana de la que solo se publicaron dos números casi íntegramente escritos por él. No menos importante fue su labor de maestro de oratoria y literatura en el Colegio capitalino de Santa María, al que ingresaban los niños huérfanos y de pocos recursos, aunque también asistían niños de varias familias de la sociedad caraqueña.
Además de ser un destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la etapa de transición al Modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos.
Su trabajo es conocido en el mundo, principalmente por sus poemas, entre ellos, Versos libres (1878-1882, publicados póstumamente); Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse un adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la forma sobre el contenido; y Versos sencillos (1891), un poemario decididamente modernista en el que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.
«De América soy hijo: a ella me debo. Y de la América, a cuya revelación, sacudimiento y fundación urgente me consagro, esta es la cuna; ni hay para labios dulces, copa amarga; ni el áspid muerde en pechos varoniles; ni de su cuna reniegan hijos fieles. Deme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.»
En este extracto Martí demostró su admiración y amor a Venezuela, su respeto por el pueblo de Bolívar y su disposición a hacer por ella lo que fuera. Gracias a los gratos momentos que pasó en tierra caraqueña, el prócer cubano afirmó que pudo ser cubano de nacimiento, pero se sentía venezolano de corazón.
Aunque Martí solo estuvo en Venezuela por seis meses, fue tiempo suficiente para tomarle inmenso cariño a su tierra, el cual se ve reflejado en la carta de despedida que escribió a su amigo venezolano Teodoro Aldrey.
Hoy, Venezuela honra su memoria y recuerda el inicio de la hermandad con Cuba, patrias hermanas que trabajan en pro del mismo sentir.
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