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San Romero de América | El mártir de los humildes

Tal día como hoy, el 24 de marzo de 1980, el entonces arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar Arnulfo Romero, fue asesinado de un disparo en la cabeza mientras oficiaba la Eucaristía en la Capilla del Hospital La Divina Providencia en la capital salvadoreña.

Monseñor Romero fue un ferviente defensor de los derechos humanos, durante aquellos años violentos de la nación centroamericana, abrió las puertas a los campesinos desplazados y condenó la represión del Ejército durante la guerra civil que asoló ese país entre 1980 y 1992.

Estas enérgicas denuncias contra aquel régimen, desencadenaron que la bala de un francotirador que formaba parte de los escuadrones de la muerte ultraderechistas, financiados por la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA), cegara su vida hace 43 años.

A sus funerales, llevados a cabo el 30 de marzo, acudieron los sectores campesinos, obreros, estudiantes, hombres, niños y las mujeres de los cantones, que vieron en monseñor Romero, una voz que los visibilizaba. Hasta la fecha los culpables de aquel atroz crimen siguen sin castigo.

El 13 de mayo de 2015, monseñor Arnulfo Romero fue beatificado por el papa Francisco, al reconocerse que fue asesinado «in odium fidei» (en odio por su fe), mientras oficiaba una misa. Los actos de la beatificación congregaron a más de 250.000 fieles en la Plaza Salvador del Mundo de la capital salvadoreña.

Tres años después, el papa Francisco ofició en Roma la ceremonia de canonización. La festividad de San Óscar Romero, también llamado San Romero de América por sus devotos, se celebra cada 24 de marzo.

MinFinanzas | Yoel Castillo Rojas