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Manifiesto político de la victoria de independencia: Bolívar expresa el parte de la Batalla de Carabobo

Estratégico y brillante como lo fue en su vida militar, el Libertador Simón Bolívar, hace gala de su sapiencia para la estrategia en la guerra, al escribir de forma sucinta el parte de la Batalla de Carabobo, el 25 de junio de 1821 al Congreso neogranadino, y expresar con una alta moral que “Ayer se ha confirmado con una espléndida victoria, el nacimiento político de la República de Colombia”. Fue también un manifiesto para expresarle al mundo la victoria política y emancipadora de los patriotas.

Se mostraba con audacia en la pluma y en las letras que este triunfo le atizaba a la corona española su derrota definitiva, y la América y el mundo conocería el mensaje libertario que aniquilaba toda intención de mantener vivo el coloniaje extranjero en suelo venezolano.

La genialidad de Bolívar, en ese parte de la Batalla de Carabobo, enaltecía la importancia histórica de esa gesta libertaria, aplaudía a los próceres vencedores, rendía tributo a los patriotas que ofrendaron su vida bajo el fuego enemigo, exponía la derrota militar e ideológica del ejército Realista, pero sobre todo vislumbró la tan necesaria estrategia comunicacional para sellar la victoria.

“Acepte el Congreso Soberano en nombre de los bravos que tengo la honra de mandar, el homenaje de un ejército rendido, el más grande y más hermoso que ha hecho armas en Colombia en un campo de batalla”, detallaba para reconocer la hidalguía del Ejército Libertador.

En referencia a este triunfo histórico plasmado en aquel celebre escrito por el padre de la Patria, el periodista Ernesto Villegas Poljak, nos remonta al golpe moral que recibía el modelo dominante que durante tres centurias se había impuesto a fuego y sangre.

“El rey Fernando VII, acudió derrotado en lo ideológico y en lo político a Carabobo. Bolívar tuvo primero una victoria política, la idea de la independencia de la República y acudió a Carabobo victorioso y las armas certificaron este triunfo. Luego Bolívar cuando ofrece al Congreso el parte de Carabobo, pone el foco en las consecuencias políticas de la batalla”, nos señala el también Ministro del Poder Popular para la Cultura.

Entre tanto, Villegas Poljak, también exalta la claridad dialéctica e histórica del Libertador, en el parte de la batalla, cuando el padre de la Patria expresa que este triunfo da paso a la República de Colombia, como un símbolo de unidad de los pueblos libres y soberanos.

“Hay que entender el parte de Carabobo, también como un manifiesto político porque Bolívar anuncia que con esta victoria espléndida se da nacimiento político a la República de Colombia, que no era la Colombia actual. La palabra Venezuela, no aparece ni una vez en el parte, es porque el Libertador Simón Bolívar, está poniendo todo su empeño en la unión de estos departamentos que así eran entonces, para conformar una República amplia, basta y poderosa”, nos aporta el periodista.

En torno a esta disertación, el Presidente del Centro de Estudios Simón Bolívar, e historiador, Alejandro López, coincide en el pensamiento de unidad de los pueblos del Sur, que cultivó el Libertador y sostiene que la cita del padre de la Patria, al referirse al “nacimiento político de la República de Colombia”, era un camino andado porque “se venía conformando desde 1819, con el Congreso de Angostura y con la liberación del Virreinato de la Nueva Granada ese mismo año”.

Igualmente, López, destaca que “este documento también representa la primera información conocida sobre los detalles de la batalla y se plasman las acciones de los patriotas”.
En el parte, Bolívar recrea el texto detallando minuciosamente la conformación de las divisiones del Ejército Libertador, enalteciendo así la impecable organización militar que estratégicamente se conformó en la Campaña de Carabobo, desde el mes de abril para derrotar al enemigo español en la gesta que comenzó a las 11 de la mañana del 24 de junio de 1821 y que se estima pudo durar una hora de combate. A continuación la entrada del documento:

(25 de junio de 1821)

Al Excelentísimo señor Vicepresidente de Nueva Granada.

Ayer se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político la República de Colombia.

Reunidas las divisiones del Ejército Libertador en los campos Tinaquillo el 23, marchamos ayer por la mañana sobre el Cuartel General enemigo situado en Carabobo, en el orden siguiente: La primera división, compuesta del bravo batallón Británico, del Bravo de Apure y 1.500 caballos a las órdenes del señor general Páez. La segunda, compuesta de la segunda brigada de La Guardia con los batallones Tiradores, Boyacá y Vargas, y el Escuadrón Sagrado que manda el impertérrito coronel Aramendi a las órdenes del señor general Cedeño. La tercera, compuesta de la primera brigada de La Guardia con los batallones Rifles, Granaderos, Vencedor de Boyacá, Anzoátegui y el regimiento de caballería del intrépido coronel Rondón, a las órdenes del señor coronel Plaza”.

Del mismo modo, Bolívar, precisa los imponderables de la batalla al informar los acontecimientos más agudos que enfrentó el Ejército Libertador: “atravesamos un riachuelo, que sólo daba frente para un hombre, a presencia de un ejército que bien colocado en una altura inaccesible y plana, nos dominaba y nos cruzaba con todos sus fuegos”.

“El bizarro general Páez a la cabeza de los dos batallones de su división y del regimiento de caballería del valiente coronel Muñoz, marchó con tal intrepidez sobre la derecha del enemigo que en media hora todo él fue envuelto y cortado. Nada hará jamás bastante honor al valor de estas tropas. El batallón Británico mandado por el benemérito coronel Farriar pudo aún distinguirse entre tantos valientes y tuvo una gran pérdida de oficiales”.

Más adelante describe el pie de fuerza y los pormenores de ambos ejércitos, el Libertador y el Realista:

“El ejército español pasaba de seis mil hombres, compuesto de todo lo mejor de las expediciones pacificadoras. Este ejército ha dejado de serlo. Cuatrocientos hombres habrán entrado hoy a Puerto Cabello. El Ejército Libertador tenía igual fuerza que el enemigo, pero no más que una quinta parte de él ha decidido la batalla. Nuestra pérdida no es sino dolorosa: apenas 200 muertos y heridos”.
El parte detalló la acción bélica donde ofrendaron la vida el General de División Manuel Cedeño “ninguno más valiente que él, ninguno más obediente al Gobierno”, se lee en el texto y el Coronel Ambrosio Plaza, quien “se precipitó sobre un batallón enemigo (Valencey) a rendirlo”. También se contaron el Teniente de Caballería, Pedro Camejo y el Coronel Tomás Farriar. El Libertador le encomienda al Congreso de Colombia sean reconocidos estos valientes patriotas con “los honores de un triunfo solemne”.

En el análisis del texto como una audaz y rápida acción informativa de Bolívar que mostraba ante el mundo la liberación del vasallaje extranjero, el historiador Alejandro López, nos aporta sus reflexiones para detallar que no se trató sólo de un parte de guerra, sino que tuvo un gran impacto en su época, dado que circuló más tarde el 25 de julio de 1821, en el Correo del Orinoco, en tres idiomas (español, inglés y francés), y se convirtió en la noticia más importante de Venezuela, recorriendo todo el continente americano y el mundo.

“Así que el parte de la Batalla de Carabobo que redacta el Libertador, es en sí mismo, el documento que da la primicia y la noticia de la gran victoria que libera al territorio venezolano”, expresa López y en síntesis fue una jugada magistral del Libertador para concluir con su pluma, tan laureada victoria.

Aldemaro Barrios, integrante de la Red de Historia Memoria y Patrimonio, subraya el reconocimiento que Bolívar le hace al General José Antonio Páez, jefe de la Primera División y líder del Batallón Bravos de Apure, al culminar la gesta y que se expresa en el parte de batalla.

“La conducta del general Páez en la última y en la más gloriosa victoria de Colombia lo ha hecho acreedor al último rango en la milicia, y yo, en nombre del Congreso, le he ofrecido en el campo de batalla el empleo de General en Jefe de ejército”, informa Bolívar al Congreso de Colombia.

Igualmente, Barrios, nos conduce al hilo histórico que desde el año 1816, el padre de la Patria, tejió para honrar a los esclavos que sirvieron en el Ejército Libertador, y quienes derrotaron el fuego enemigo en la Batalla de Carabobo.

Al respecto nos refiere que la comunicación enviada al Congreso de Colombia, el 25 de junio de 1821, va seguida de una cantidad de partes en las que el Libertador reivindica la oferta a los soldados negros esclavizados para su liberación.

“El 14 de julio de 1821, Bolívar, exhorta al Congreso de Colombia por una legislación que permitiera la oferta que él hizo a sus soldados negros de liberarlos, pero también se cumplía el compromiso que Bolívar asumió con el general Alejandro Petión, (Primer presidente de Haití) quien lo apoyó en años anteriores. Más allá del compromiso ético y moral, era la posición política de Bolívar ante un proceso que estaba desarrollándose por el nuevo Estado y que iba sentando las bases para nuevas legislaciones, para un Estado democrático, popular republicano, y eso es lo que ocurrió inmediatamente después de la Batalla de Carabobo”, nos indica el periodista e investigador del Centro Nacional de Historia.

Hoy al cumplirse 200 años de la gloriosa Batalla de Carabobo, el parte emitido por Bolívar, aquel 25 de junio de 1821, consolida un legado ético y moral que exalta la valentía de las tropas patriotas que superaron a la fuerza del ejército Realista para obtener la victoria de independencia.

Sin duda, el triunfo fue político y se expresó en las letras, las ideas y en el campo de la acción bélica y fue el Libertador el artífice y paladín de esta gesta que con audacia supo proyectar la estrategia informativa y militar para sepultar los ideales de dominación y vasallaje español de tres centurias.

T: Prensa Vicepresidencia