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Especial | Pueblo venezolano levanta las banderas libertarias a la voz de ¡Chávez vive, la Patria sigue!

En la tierra llanera venezolana Sabaneta de Barinas, nació el 28 de julio de 1954 Hugo Rafael Chávez Frías, un humilde venezolano que forjado en el estudio, el trabajo, la disciplina y el amor por la Patria, entregó su vida a favor del bienestar de las grandes mayorías y quien supo comprender el momento histórico para transformar al país, enterrando 40 años de ignominia y traición del puntofijismo que subyugaba al pueblo.

Es así como hoy, a 67 años de su natalicio, el pueblo de Venezuela y de la Patria Grande conmemoran su llegada a esta tierra y levanta las banderas libertarias a la voz de ¡Chávez vive, la Patria sigue!

De Sabaneta para el mundo

Leal y amoroso, Chávez el segundo de cinco hermanos creció en un hogar humilde y con los valores del respeto, el amor y la unión familiar. Guiado por sus padres Don Hugo de los Reyes Chávez y su señora madre Elena Frías, y con el apoyo de su abuela Rosa Inés Chávez, “Mamá Rosa”, mujer de ideas patrióticas, se formó con sentimientos altruistas y de vocación de servir al prójimo, cualidad que lo acompañó hasta su partida física el 5 de marzo de 2013, cuando se despidió del pueblo venezolano víctima del cáncer.

Desde muy corta edad, el “Arañero de Sabaneta”, como fue nombrado por ayudar a su abuela a vender dulce de lechosa, los cuales eran conocidos como arañas, vivió las dificultades propias de una familia humilde, sin embargo frente a estas coyunturas nunca se rindió, pues convencido de su destino ofrendó su vida para consolidar el sueño emancipador del padre Libertador Simón Bolívar.

Por su maravilloso hábito de la lectura, acumuló referencias de revoluciones contemporáneas e históricas que lo guiarían en su carrera militar y con una conciencia crítica de la realidad del país, insurgió con la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, un alzamiento de la voz del pueblo en contra del neoliberalismo ejercido por las cúpulas del poder de la burguesía.

El 26 de marzo de 1994, al salir de la cárcel de la dignidad en Yare, comenzó a escribirse un nuevo capítulo en la historia de la Patria que había sido signada por la exclusión social, el pillaje y el entreguismo al sistema neoliberal por los gobiernos de turno. Chávez, ya Teniente Coronel, ese día cambio su uniforme militar por un liqui liqui, y se fue a las catacumbas a acompañar a su pueblo.

A partir de ese momento, Chávez comenzó un largo, revolucionario y batallador camino por la libertad de Venezuela, usando cada instante para afinar la doctrina Bolivariana a favor de las mayorías. Nacía la construcción del Socialismo del Siglo XXI, que comenzó su transitar con su llegada al poder con los votos del pueblo el 6 de diciembre de 1.998.

La historia comenzó a cambiar a una Venezuela castigada por la corrupción, la pobreza y la desigualdad, por una Venezuela de inclusión y de participación protagónica con el principio de Bolívar en su idea Constituyente para refundar la nación y con ello el nacimiento de la quinta República.

Con la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), y la consigna: “Con Chávez manda el pueblo”, el Comandante Eterno recorrió todo el territorio nacional, brindando esperanza a los más humildes.

El 6 de diciembre de 1998, el 56,2% de los venezolanos apostaron por la propuesta de Hugo Chávez, e inicio la consolidación de un buen vivir, bajo un ideal socialista.

Desde el mismo instante en el que asumió la Presidencia de Venezuela, el 2 de febrero de 1999, Hugo Chávez, le brindó la posibilidad a los venezolanos de poder surgir y vivir dignamente, con la creación de diferentes programas sociales que dieron cumplimiento a todas sus promesas de una Venezuela de justicia social.

Es por este sentir de libertad e igualdad, que los ataques imperiales en contra de la Patria no se hicieron esperar, su pensamiento universal del florecimiento del mundo multicéntrico y pluripolar dignificó una amenaza contra el modelo del hegemon que saquea y agrede naciones con políticas extremistas.

Frente a esto, el ideario de Simón Bolívar, fue la bandera de Hugo Chávez para consolidar la unión latinoamericana y caribeña de los pueblos y gobiernos como un frente de lucha emancipadora en el Sur, donde no sólo recibió los reconocimientos de los movimientos sociales, sino que se promovió un tejido social que se fortaleció con los convenios de cooperación entre las naciones con la conformación del Alba-TCP, Unasur y Petrocaribe.

En el mes de abril del año 2002, el entonces Presidente de la República debió enfrentar el golpe de Estado, gestado por la ultraderecha nacional que lo sacó del poder por 48 horas, pero la semilla de la independencia y soberanía germinó en el pueblo y floreció con su restitución al poder tras una marea de pueblo que tomó el Palacio de Miraflores, para sacar a los golpistas. Se ponía a toda prueba la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

El Comandante Eterno, título que le otorgó el pueblo tras su dolorosa partida el 5 de marzo de 2013, consolidó una verdadera Revolución con la participación de todos los sectores del país demostrando a los pueblos que un mundo de iguales es posible.

Chávez, se enfrentó a múltiples batallas durante su amorosa y ejemplar vida, pero la más difícil llegó el segundo trimestre de 2011, cuando su salud comenzó a verse afectada.

Ese año a través de los medios de comunicación anunció a la población que padecía cáncer. Sin embargo, su vocación de servicio y amor a la patria no le impidió participar en las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012. En estos comicios también resultó ganador con el 55.07% de los votos.

El 8 de diciembre de 2012, con respecto al nuevo periodo presidencial que asumiría aprovechó la oportunidad para enviar un importante e histórico mensaje a toda la población:

“Yo quiero decir algo, quiero decir algo, aunque suene duro, pero yo quiero y debo decirlo, debo decirlo. Si como dice la Constitución ocurriera alguna circunstancia sobrevenida, así dice la Constitución, que a mí me inhabilite, óigaseme bien, para continuar al frente de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela (…) Nicolás Maduro, no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período, sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón”.
La fecha prenombrada, día del último discurso del Gigante, es ahora para los patriotas y revolucionarios el Día de la lealtad y de amor a Chávez, así quedó para la posteridad.

El 5 de marzo siguiente, el mundo despidió al Arañero de Sabaneta, pero su luz no se apagó, al contrario, se convirtió en un farol al que seguimos de la mano de su hijo, Nicolás Maduro, seguros de que su legado es y será el camino para consolidar un mundo de iguales.

“Chávez no murió, Chávez se multiplicó”, es la viva consigna del pensamiento libertario que quedó plasmado en los corazones de todos los que bajo el legado del líder revolucionario, transitan los caminos del socialismo como ejemplo de emancipación para Venezuela.

T: Prensa Vicepresidencia