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En el Día del Antiimperialismo Bolivariano, Venezuela ratifica su vocación de soberanía

Ante las amenazas del hegemon norteamericano, Venezuela no se rinde y reivindica que somos esperanza para construir un mundo de iguales, conmemorando así el Día del Antiimperialismo Bolivariano, que da cuenta de nuestra independencia de modelos neocolonizadores que buscan hacerse de nuestras riquezas naturales para paliar la crisis sistémica del capitalismo.

Hoy más que nunca el pensamiento antiimperialista del Comandante Eterno Hugo Chávez, retumba en cada rincón de la Patria como bandera de lucha en honor al Libertador Simón Bolívar, y en tributo a los próceres que lucharon a favor de romper con toda forma de dominación imperial.

En torno a la fecha, Venezuela rechazó aquel 9 de marzo de 2015, la fatídica y oprobiosa Orden Ejecutiva firmada por el ex presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama,  donde declara a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria”.

Ante esto y  levantando las banderas de la dignidad el  Presidente de la República Nicolás Maduro, llamó por decreto al pueblo a las calles, cada 9 de marzo, para manifestar ante el mundo su vocación de independencia y soberanía frente a las groseras y antidemocráticas  operaciones de la Casa Blanca, que ha impuesto medidas unilaterales y coercitivas sobre nuestra nación, como método para doblegar la voluntad del soberano y causarle sufrimiento.

“No se nos olvidará jamás y cada 9 de marzo nosotros estaremos conmemorando el Día del Antiimperialismo Bolivariano en Venezuela. Así lo decreto, los 9 de marzo de cada año, a partir del 2016, será el Día del Antiimperialismo”, expresó el jefe de Estado Nicolás Maduro.

Desde entonces otros agravios se han recibido en la tierra de Bolívar, por parte de la administración de Donald Trump, las cuales hoy pueden calificarse como delitos de lesa humanidad. Esta Orden Ejecutiva que agrede abiertamente a Venezuela y que viola el Derecho Internacional Público, fue renovada y publicada el pasado 3 de marzo por la administración de Joe Biden.

En ese contexto, la República Bolivariana de Venezuela,  ha sido sometida a grandes pérdidas provocando un perjuicio financiero de contracción de un 99% y el país actualmente vive con el 1% de sus ingresos previos a las sanciones, tal como lo ha denunciado el Mandatario Nacional, Nicolás Maduro.

El asedio a la nación por parte de la Casa Blanca, se expresa en el bloqueo de más de 7 mil millones de dólares desde 2014, en 40 bancos internacionales. Se contabilizan pérdidas al Estado venezolano por 130.000 millones de dólares.

El bloqueo económico y comercial que ha impuesto el gobierno de Estados Unidos a Venezuela, entre otras consecuencias, limita al Estado venezolano su capacidad de importación de bienes básicos como alimentos y medicinas.

Un concierto acciones desestabilizadoras expresadas en un golpe de Estado continuado desde el año 2002, y más tarde en el 2014, con la operación denominada “La salida”, replicada en las calles con terrorismo en 2017, por parte de la ultraderecha y financiadas por Washington, completan el cuadro de políticas antidemocráticas.

La agresión alcanza el clímax en 2019, con la confiscación y robo de activos petroleros por casi 20 mil millones de dólares, el secuestro impune -en oro y dinero fresco en la banca privada internacional- por el orden de los 5 mil millones de dólares. Lo han intentado todo, refiere el portal Telesur.

Como parte de las medidas extremistas Venezuela fue despojada de las filiales de PDVSA Citgo (EE.UU) y Monómeros (Colombia). Las acciones fueron ejecutadas por parte de la administración estadounidenses y el exdiputado de la ultraderecha Juan Guaidó.

Ante la pandemia Venezuela se ha visto imposibilitada de comprar vacunas contra el Covid-19, como consecuencia del congelamiento de los fondos en los bancos norteamericanos, portugueses, ingleses, y el jefe de Estado a pedido a los bancos de Inglaterra, por ejemplo el desbloqueo para adquirir las vacunas, lo cual a la fecha no ha sido posible. El dinero de Venezuela sigue bloqueado de manera grosera en manos extranjeras.

Ante este feroz ataque, el Ejecutivo Nacional crea la Ley Antibloqueo para el Desarrollo Nacional y la Garantía de los Derechos Humanos, en octubre de 2020, a fin de promover e incentivar la inversión extranjera en el país y fortalecer el aparato económico y productivo de la nación para restablecer el estado de bienestar social del pueblo que ha sido vulnerado por los extremistas.

De esta forma, Venezuela levanta su voz ante el mundo y también demanda a la administración Trump, ante la Corte Penal Internacional (CPI),  por delitos de lesa humanidad, ante las medidas coercitivas que atentan contra la estabilidad del pueblo venezolano.

ONU conocerá el impacto de las ilegales sanciones

El 30 de enero, Venezuela recibió la visita oficial de Alena Douhan, relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en los derechos humanos. La especialista describió en su informe que las sanciones unilaterales contra los sectores del petróleo, el oro, la minería y otras áreas económicas, la aerolínea estatal y la industria de la televisión constituyen una violación del derecho internacional.

Douhan, concluyó que la aplicación de las sanciones impuestas contra Venezuela, sus ciudadanos y empresas han afectado a personas en el país y fuera de su territorio, tanto en el sector público como en el privado. Detalló que esta afectación incluye a nacionales de terceros países y empleados de empresas de terceros países afectados por sanciones secundarias o el miedo a ellas; así como a donantes y ONG humanitarias internacionales.

También detalló que lo anterior afecta a beneficiarios de asistencia de organismos internacionales tradicionalmente financiados por esta nación; mientras que las personas de bajos ingresos, las mujeres, los niños y las personas con necesidades especiales o enfermedades crónicas o graves son las más afectadas en todo el ámbito de los derechos humanos, incluidos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y el derecho al desarrollo.

Vale destacar entonces que estos severos ataques tienen su génesis en  las decisiones soberanas, impulsadas por la Revolución Bolivariana, cuna de los libertadores,  que hoy  hace frente a la clara intención del gobierno de los Estados Unidos de saquear las riquezas naturales y activos del país en complicidad franca con la ultraderecha nacional.

Venezuela se enfrenta al mayor enemigo del planeta, y en las calles con su moral elevada y levantando las banderas de la dignidad su pueblo no se rinde.

Ayer como hoy el pensamiento emancipador del pueblo Venezuela está vigente en el ideario del Comandante Eterno Hugo Chávez quien expresó: “Queremos que el Gobierno imperialista termine de aceptar la realidad: ¡Venezuela se liberó, y se liberó para siempre! ¡Venezuela no es, ni será más nunca, una colonia norteamericana!”

Cada 9 de marzo, será una cita histórica para el pueblo que conmemora el Día del Antiimperialismo Bolivariano en Venezuela, y en rechazo a la política antidemocrática del imperio estadounidense.

T: Prensa Vicepresidencia