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Teresa Carreño con su técnica revolucionó los cánones del vanguardismo alemán de finales del siglo XIX

La destacada pianista y compositora venezolana María Teresa Gertrudis de Jesús Carreño García, nació el 22 de diciembre de 1853, y recibió su primera formación musical en la ciudad de Caracas de su padre, Manuel Antonio Carreño, y de Julius Hohené.

En 1862 se trasladó a los Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Nueva York, donde ofreció su primer recital público, siendo invitada a tocar en la Casa Blanca por el presidente Abraham Lincoln.

Posteriormente, en 1866 se traslada a Paris. Radicada en la capital francesa completa su formación musical y cinco años más tarde, inicia una brillante carrera como concertista. Su notable talento la llevó a actuar en los principales auditorios de Europa y América, en Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, y a destacarse como solista de la Orquesta Filarmónica de Berlín.

Teresa tuvo una vida agitada. Parió seis hijos de tres matrimonios y por problemas económicos se vio obligada a dar en adopción a su primera hija. Aunque de sus 34 años de vida, solo 10 transcurrieron en Venezuela, conservó hasta el final su identidad venezolana.

También mantuvo costumbres y gustos domésticos venezolanos según indican reseñas sobre personalidad y que, en ciertos toques de su inspiración como compositora se advierten claras reminiscencias del merengue venezolano.

Teresa Carreño es una de las más grandiosas pianistas y compositoras de su época. Sus interpretaciones sonaban a melodía propia y se decía que «componía mientras ejecutaba» las piezas que tocaba. Su técnica, descrita por ella como el arte de «jugar con el instrumento», revolucionó los cánones de la ortodoxia del vanguardismo alemán de finales del siglo XIX.

Falleció el 12 de junio de 1917 y desde 1977 sus restos mortales reposan en el Panteón Nacional. Según su voluntad, sus cenizas llegaron a Venezuela en 1938 y al tocar el puerto de La Guaira en el vapor Santa Paula, el Correo de Venezuela decidió emitir una estampilla en su honor, convirtiéndose así en la primera mujer en tener su imagen grabada en una estampilla venezolana.

En 1983, en su homenaje se inauguró en Caracas el Complejo Cultural Teresa Carreño, considerado el más vasto de América Latina.

MinFinanzas: Yoel Castillo