Principal Especiales

Pinta el mundo de naranja: Erradiquemos juntos la violencia contra la mujer

El 25 de noviembre se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con la finalidad de visibilizar la intimidación contra las mujeres, adolescentes y niñas a nivel mundial.

Se pretende fomentar la ejecución de políticas por parte de las naciones del mundo para la erradicación de este flagelo, así como brindar apoyo y generar conciencia sobre la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.

Origen de este día

La fecha fue elegida para honrar la memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de la República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas en 1960, por orden del dictador dominicano Rafael Trujillo.

En el año 2000, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y ONG a involucrarse y coordinar acciones que eleven la conciencia pública para erradicar todas las formas de ataques contra las féminas.

Como principal antecedente de esta efeméride, desde 1981 militantes y activistas en favor del derecho de la mujer, observaban el 25 de noviembre como día de protesta y conmemoración hacia las ofensas de género.

Día Naranja contra la violencia hacia las damas

En el año 2009, ONU Mujeres lanzó la campaña «Di NO. ÚNETE», designando el 25 de cada mes como Día Naranja. Con esta iniciativa, se pretendió movilizar a la sociedad civil y a los gobiernos, para que juntos ampliaran el impacto de la campaña.

Se animó a los participantes a que llevaran puesta una prenda de vestir de color naranja para mostrar solidaridad con la cruzada, ya que este color simboliza un futuro mejor y un mundo libre de temor a mujeres y niñas.

Anualmente, se selecciona un lema para conmemorar este Día Internacional. Paralelamente, la ONU celebra los 16 días de activismo contra la violencia de género, desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre.

Con ello, se hará énfasis en la prevención ante las cifras alarmantes sobre la efeméride: una de cada tres mujeres ha sido víctima de abuso en su vida. Se ha demostrado que, en situaciones de crisis humanitarias, catástrofes climáticas, pandemias y conflictos, estas cifras se incrementan.

Es de vital importancia poner fin a estas situaciones de embestidas, mediante la adopción de enfoques integrales e inclusivos que aborden las causas que lo generan, empoderando a las mujeres y las niñas.

Se requiere brindar servicios esenciales a las víctimas en los sectores policial, judicial, sanitario y social, así como aportar el financiamiento necesario para la agenda de los derechos de las afectadas.

Formas de violencia contra las mujeres

La violencia contra las mujeres y niñas se manifiesta de forma física, sexual y psicológica, e incluye los siguientes supuestos:

  • Violencia por parte de un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, feminicidio).
  • Violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético).
  • Trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual).
  • Mutilación genital femenina (practicada en ciertas comunidades y culturas, asociada con creencias religiosas).
  • Matrimonio infantil (niñas obligadas a contraer matrimonio en contra de su voluntad).

La población femenina es altamente vulnerable de sufrir violencia de género, especialmente las niñas y las mujeres de la tercera edad, las pertenecientes a la comunidad LGBT, las migrantes y refugiadas, las pertenecientes a pueblos indígenas o minorías étnicas, mujeres y niñas con VIH-Sida, discapacitadas y aquellas que habitan en países con crisis humanitarias.

En ese sentido, es importante recalcar que absolutamente todos los tipos de maltrato femenino, atentan contra la misma sociedad, vulnerando el núcleo familiar, generando desigualdad, miedo, desesperanza, problemas de salud e incluso estancamiento en el progreso. Es por esto que las acciones en contra de la problemática deben ser tomadas sin demora.

La educación es uno de los factores clave. Enseñarles a las niñas y niños que nada justifica la intimidación, a las mujeres que no pueden quedarse calladas ni permitir que se les maltrate, enseñar a los hombres que la violencia contra la mujer no es el camino, y a todos por igual que la indiferencia también es parte del problema.

Todos podemos contribuir, informándonos, pasando la voz, convirtiéndonos en multiplicadores de la iniciativa mundial para eliminar de una vez por todas, la violencia contra las mujeres.

Hay que empezar en los círculos más cercanos, la familia, los amigos, compañeros de trabajo y conocidos. Elevemos nuestra voz e invitemos a los demás a que también se unan y recordemos todos que es el momento de decir: ¡NO A LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER!

Prensa MinFinanzas / Keyling Vargas