Hace 209 años el Padre de la Patria, Simón Bolívar, hizo su entrada triunfal a la ciudad de Caracas, donde el pueblo lo recibió con regocijo y le otorgó el título de El Libertador y Capitán de los Ejércitos, en reconocimiento a su destacada actuación en favor de la libertad de la Patria.
El 14 de octubre de 1813, la Municipalidad de Caracas le concedió el nombre por motivo de la emancipación en el occidente del territorio que estaba dominado por el imperio español, tras cumplir con la Campaña Admirable, la cual llevó a la formación de la segunda República.
El acto de entrega del título se celebró en la Iglesia de San Francisco, ubicada frente a la actual Asamblea Nacional (AN) en la avenida Universidad con esquina de San Francisco de la capital venezolana.
Tan hondo caló en el espíritu de Bolívar el reconocimiento que le hizo la Municipalidad de Caracas, que, al momento de partir para su segundo exilio, a finales de 1814, exclamó: “Yo os juro que Libertador o muerto, mereceré siempre el honor que me habéis hecho”.
El acta del 14 de octubre
La iniciativa del 14 de octubre de 1813 la tomó el Gobernador Político de Caracas, quien era el encargado de presidir las sesiones cuando estaba presente. Así, Cristóbal de Mendoza, en representación de los pueblos a quienes “este invicto general y sus compañeros de armas han roto las cadenas”, somete a la Cámara como punto único el reconocimiento del título de Libertador a favor de Simón Bolívar, magnanimidad y conocimiento exacto del amor de gloria que animaba al héroe caraqueño, que se reflejó en la actuación del honorable Mendoza.
La vida como misión
Para 1813, Bolívar ya estaba imbuido de los nobles propósitos de arriesgarlo todo por independizar su terruño frente a la corona española. Sin embargo, en cuanto al abolicionismo y reparto de tierras, al menos parcialmente, habría que esperar cerca de tres años para que completase el arco de redención a favor de la porción más expoliada de venezolanos.
Será con los decretos de abolición de la esclavitud de Carúpano y Ocumare, entre junio y julio de 1816, cuando el Padre de la Patria consagre su generoso compromiso integral de Libertador, tanto en los planos militar y político, como el de redención de las clases más explotadas, al incorporar la libertad de los esclavos a su programa de regeneración de las nuevas Repúblicas. Y esta inclinación la radicalizará a partir de 1824 cuando, en Perú y Bolivia, además de la abolición y la eliminación de tributos, dispuso la entrega de tierras a los indígenas.
Un sobrenombre que inmortalice su memoria
El 18 de octubre desde mismo año, cuatro días después de la sesión del Concejo Municipal, Bolívar agradeció a la municipalidad de Caracas, manifestando en ese momento: “Libertador de Venezuela, título más glorioso y satisfactorio para mí que el cetro de todos los imperios de la Tierra”. Y desde entonces, sigue brillando con luz propia este insigne hombre, estratega militar, líder, visionario, comunicador y otros atributos que los convirtieron en una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente a la colonia española.
Prensa Minfinanzas / Keyling Vargas
