En Venezuela se levantan las banderas de la erradicación del analfabetismo con la consolidación de la Misión Robinson, legado de dos gigantes, los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro, quienes con una visión adelantada a los tiempos juntaron su espiritualidad para sacar del oscurantismo a millones de venezolanos que habían sido olvidados por el puntofijismo; mujeres y hombres que vieron la luz al poder escribir sus nombres y juntar las letras para construir textos, todos ellos son los protagonistas de la consigna ¡Yo sí puedo!.
Hoy a 18 años de la construcción de este sistema de inclusión social que lleva consigo la unión cívico-militar, como expresión patriótica de la Revolución Bolivariana, se cuentan por miles quienes aprendieron a leer y a escribir, es el poder del conocimiento en manos del pueblo antes subyugado por el sistema dominante de 40 años de ignominia. Este problema social heredado de la cuarta República, fue asumido por el Comandante Supremo Hugo Chávez, y está inspirado en la esencia de la obra del maestro Simón Rodríguez, de nuestro “Samuel Robinson”.
De manera pedagógica y con el concepto de andragogía, el método de enseñanza de las primeras letras aplicado en el país y en especial en las comunidades más remotas, se constituyó en 65 lecciones, y fue desarrollado por venezolanos y expertos asesores de la República de Cuba. El Plan de Alfabetización Robinson nacía como opción para abrazar a los más humildes.
Los frutos de este esfuerzo florecieron ante el mundo, y el 28 de octubre de 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declarará a Venezuela territorio libre de analfabetismo, luego de haber sido alfabetizados 1 millón 486 mil venezolanos, con el método ¡Yo sí puedo!.
“Más que mil autopistas y más que mil viviendas es importante un ser humano que aprenda para que vuele libre. De qué vale más de un millón de autopistas si por allí transitan personas ignorantes. Si queremos acabar con la pobreza demos poder al pueblo y el primer poder es la educación”, fue esta la expresión de orgullo patrio que elevó el Comandante Eterno Hugo Chávez, durante el acto de graduación del Plan Piloto de la Misión Robinson II.
Una comisión Presidencial para la Alfabetización
Mucho antes de aquel glorioso 1° de Julio del año 2003, cuando nacía la Misión Robinson, un equipo conformó la Comisión Presidencial de Alfabetización, y fue encabezada por el entonces Capitán Eliézer Otaiza. Se apuntó a la participación comunitaria en el Plan de Alfabetización Robinson, como eje fundamental para el éxito del programa.
Se refería a un elemento necesario para el éxito: la voluntad de mujeres y hombres civiles y militares que se pusieron al frente como facilitadores para el logro de un objetivo en masas que más tarde rindió sus frutos gracias a la disciplina y la visión emancipadora de Hugo Chávez.
Otaiza, quien llevaba las riendas del Instituto de Cooperación Educativa (Ince), ya traía un importante avance que se puso a disposición de los humildes. A esto se le suma el componente humano de toda Revolución y se estableció entre los facilitadores la premisa de además de enseñar a leer y escribir, la de identificar problemas de salud en los estudiantes como por ejemplo, los problemas visuales, esto para tener una mayor paciencia y comprensión con ellos.
Confiado en el sentimiento patriota de quienes acompañaban este sueño, Otaiza refirió antes del arranque, que quienes se pusieron en primera fila como facilitadores estaban convencidos de este camino y son “quienes están dispuestos a poner corazón para que todo salga muy bien». Años más tarde, le asistió la razón y así fue.
Fases de la Misión en Revolución
Robinson 1 «Yo, sí puedo»
El método, “Yo, sí puedo”, empleado en esta fase, consistió en la asociación de los números y las letras, bajo el supuesto que el adulto que no sabe leer y escribir conoce intuitivamente los números naturales. Esto es cada letra se relaciona con un número de acuerdo con un estudio previo de mayor utilización de los fonemas.
Esta relación se presenta en una cartilla donde se establece un proceso de asociación de lo conocido (los números) a lo desconocido (las letras), utilizándose simultáneamente la tecnología audiovisual (televisión, VHS y video-clases) lo que posibilita la masificación del hecho educativo.
Robinson 2
Batalla por el Sexto Grado
La Misión Robinson 2, nace el 15 de septiembre de 2003, con el fin de garantizar la prosecución al sexto grado, tanto de los egresados de Robinson 1, como de todas aquellas personas que por algún motivo abandonaron en algún momento sus estudios de educación formal. Esta fase de la misión, se apoyó en el método “Yo, sí puedo”, el cual utiliza la televisión, la video-clase y folletos de apoyo como estrategia educativa.
Robinson 3
Círculos de trabajo y estudio
La tercera fase de la Misión Robinson, lo que comúnmente conocemos como “Robinson 3”, o “Círculos de Lectura”, surge en septiembre de 2006, con la finalidad de difundir y establecer el hábito de la lectura, para el reforzamiento y actualización de temas políticos, económicos, sociales y culturales de interés nacional.
Robinson Productivo
Este componente de la Misión Robinson tiene como propósito expandir el horizonte de crecimiento y oportunidades de los patriotas incorporados a la Misión Robinson.
Consiste en la inclusión del componente socio-productivo a la formación académica impartida en los ambientes de aprendizaje, como mecanismo que contribuye al mejoramiento y bienestar socio-económico del colectivo, en pro del desarrollo del nuevo modelo económico socialista del país.
Fondo de Apoyo Solidario (FAS)
Este componente de la Misión Robinson, fue creado en el mes de diciembre de 2004. Surge con el firme propósito de brindar apoyo integral a los patriotas, facilitadores, coordinadores, supervisores y familiares directos, en materia de salud y asistencia social.
Del mismo modo, promueve la solidaridad y colaboración de las personas que hacen vida en la misión Robinson.
Esta política pública hoy liderada por el presidente de la República Nicolás Maduro, da cuenta de las garantías constitucionales y del derecho y acceso pleno al sistema educativo de la población venezolana antes excluida. Es la Misión Robinson, una misión revolucionaria en sus distintas fases que cuenta en sus filas con los más altos valores éticos y morales para apoyar al pueblo.
La Misión Robinson, hoy en voz de millones de venezolanos y venezolanas le dicen al mundo: “Yo sí pude”.
T: Prensa Vicepresidencia
