La Batalla de Carabobo, acontecimiento que selló la Independencia de Venezuela, es quizás una de las acciones del Libertador Simón Bolívar donde se evidencia su magistral capacidad de líder; un hombre con una insólita energía y capacidad intelectual brillante; como cita Ignacio de la Cruz en su obra “Bolívar y su concepción del Periodismo”, un hombre “magistralmente dotado para practicar la política en forma total”.
En las siguientes líneas recorremos el pensamiento de libertad acerca de la imprenta y el periodismo que predicaba y visionaba Bolívar, y como éste fue trascendental para alcanzar la emancipación hispanoamericana frente al Imperio español y su contribución para concretar de manera decisiva la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, pero sobre todo decifrar como esas ideas y pensamientos nos siguen inspirando y guiando para defender la soberanía de los pueblos hoy frente a modelos neocolonizadores.
La Batalla de Carabobo, tuvo un impacto en la geopolítica continental y la figura de Bolívar y el manejo que hizo de las comunicaciones e informaciones dejaron una huella imborrable que hoy estamos obligados a seguir pregonando.
Bolívar era consciente que los medios de comunicación eran instrumentos de poder y dominación, por eso él partía de la idea de que el periodismo debía ser de origen popular, integral e incluyente, donde la imprenta fuera la artillería del pensamiento, una herramienta más para alcanzar la independencia y el empoderamiento de las grandes masas.
Bolívar y la imprenta en América
La imprenta llega como algo novedoso en América para el siglo XIX. México fue el pionero en impulsar este mecanismo de difusión de la mano de Giovanni Paoli, de nacionalidad italiana y más conocido como Juan Pablos, fue éste el primer impresor establecido en México que debió luchar por su existencia para poder cumplir con el objetivo de su largo viaje; obtener de las autoridades el permiso para poder imprimir libros y folletos religiosos destinados a la cristianización de los indios y para lectura en los conventos. Luego se extendió por toda la región incluyendo Venezuela. Uno de los primeros que trae la imprenta a tierras veenzolana fue Francisco de Miranda, imprenta con la que imprimen la Gazeta de Caracas y que después fue vendida en Trinidad.
Pero Bolívar fue más allá, entendió que la imprenta era un gran medio para la difusión de las ideas y para mantener a la población informada, “pero no solamente a la población nacional, la Nueva Granada, Quito, sino el mundo. Realmente la necesidad de Bolívar de dar a conocer lo que que estaba aconteciendo en el Sur, era parte de su estratregía como Líder continental”, agrega el Comunicador Social e Historiador, Aldemaro Barrios, en entrevista al equipo de prensa de la Vicepresidencia de la República.
En 1816, en la expedición de Haití, el Libertador no sólo cuenta con las armas y el dinero necesario para continuar su campaña, sino también con una imprenta. Dos años más tarde funda el Correo del Orinoco, “El ariete intelectual de la empresa libertadora”, lo describe De la Cruz.
Para Bolívar la imprenta era más que un instrumento para imprimir cosas, era un arma devastadora. De allí su carta a Fernando Peñalver: “Mándeme usted de un modo u otro una imprenta que es tan útil como los pertrechos”. Tal era la importancia y valor que le atribuía que “no hacía sus grandes campañas militares si no llevaba consigo una imprenta”, asegura Alfonso Rumazo González, en su artículo “¿Bolívar, Periodista?”, y no solo era imprimir, sino difundirlas en el mundo “y eso explica el hecho de que el Correo del Orinoco fundado en 1818 se publicaba en inglés, castellano y en francés. A México llegaba a las costas de Veracruz, y por eso quizás los movimientos independentistas en México se inician en Veracruz y al Sur de México”, expresa Barrios.
Las limitaciones de la prensa en la época independentista
Si bien la difusión de las ideas y movimientos de la causa patriota fue trascendental para lograr la emancipación en América, ésta tenía muchas limitaciones, la más grande de ella eran las distancias “casi todo se enviaba en barcos, fueron éstos los grandes conectores, los instrumentos conectores los que llevaban la información, pero la información llegaba con cierto retraso porque las comunicaciones llegaban a través de los barcos. Por ejemplo, lo que ocurrió en la Batalla de Carabobo fue publicado en el Correo del Orinoco el 21 de julio de 1821 en Angostura, es decir casi un mes después”, explica Barrios.
Otras de las limitaciones era la persecución por parte de las fuerzas realistas, un claro ejemplo fue Andrés Roderick, impresor del Correo del Orinoco, a quien se le encomendó la misión de trasladar una imprenta a Cúcuta, lugar donde había sido trasladado el asiento del Gobierno de la República, pero éste por inconvenientes de la misma guerra de independencia no pudo cumplir su destino hasta Cucutá, sino que llegó hasta Maracaibo, donde tuvo excelente acogida como impresor y se le convenció para que instalase allí la Prensa y allí nace El Correo Nacional, que estuvo circulando hasta el 10 de noviembre de 1821, al servicio de los intereses de la República. Ese diario tenía las mismas características del Correo del Orinoco.
Otras formas de comunicar
Para Bolívar era una necesidad patriota comunicar al mundo lo que estaba sucediendo, pero también lo era establecer mecanismos seguros y confiables para circular la información entre los patriotas. Para eso se valía de información de persona a persona, decretos, proclamas difundidas a través de Postas, es decir una comunicación rápida, confiable y efectiva dentro del mismo ejército. El Correo de Postas era una tarea primordial y de especial atención. La disciplina que debían tener las Postas era rigurosa, no todo el mundo era elegido para llevar las correspondencias, porque si la información no llegaba a tiempo, un retraso en la comunicación ponia en riesgo la ejeución de cualquier táctica o maniobra contra el enemigo. Escribe Bolívar al gobernador de Neiva el 24 de diciembre de 1821: “Es la primera necesidad, pues interesa nada menos que la salud del Estado, que inmediatamente organice el Ramo de Postas, que está enteramente abandonado y en manos de personas desconocidas que llevan o no correspondencia y las demoran a su arbitrio con incalculable perjuicio de la República. Así que procederá inmediatamente a establecer en distancias proporcionadas, casas de Postas dotadas de Postillones montados o a pie, según la naturaleza del terreno que deban correr. Estas casas estarán a cargo de personas patriotas, celosas del bien de la Patria”.
El historiador Aldemaro Barrios, explica que Bolívar solía utilizar dos tipos de Postas “la formal que se enviaba con un hombre a caballo con un correo, proclama o una comunicación escrita a un sitio especifico y dirigida a una persona en particular o simplemente alguna proclama para ser leída en alguna plaza” y el otro tipo de Postas era de “contra información, que eran informaciones falsas que le hacían llegar a los realistas para confundirlos”. Está última fue una estrategia de la comunicación usada como arma contra el enemigo español.
Otro de los campos donde podemos apreciar la audacia que tenía Bolívar para comunciar eran las cartas diplomáticas, las personales que escribía a sus amores y familiares. En todas ellas podemos palpar un Bolívar con un nivel intelectual elevado, de ilustrado lector. Tambíen destaca Barrios que “los textos que contribuyeron a la conformación del Armisticio, muestra la capacidad prospectiva que tenía el Libertador hacia el tema de los Derechos Humanos”.
Las comunicaciones secretas y el manejo de espías sobre todo con las mujeres fueron significativas en tiempos de la guerra. Barrios recuerda un caso en particular de mujeres espías: “Cuando el ejercito patriota comenzó a reunirse en San Carlos para partir a Carabobo hubo una espía, mujer de un contrabandista que llegó hasta el cuartel hasta donde estaba Páez y le informó que el sitio de la Pica de la Mona, era el sitio táctico por donde entrar para poder golpear a los realistas en la batalla, y efectivamente esa información con entrada de los Bravos de Apure, por esa pica fue crucial para ganar la Batalla de Carabobo”.
Asegura Barrios que todas las formas de comunicación fueron aplicadas en la Batalla de Carabobo “Bolívar era brillante y además estaba rodeado de una cantidad de intelectuales, no solo en el ámbito militar Mariño, Oleary que eran hombres con un gran intelecto, sino también Palacios, Fajardo, Roscio entre otros”, refiere el historiador.
Así como Bolívar sabía usar las comunicaciones como bastión elemental en la guerra, los realistas también la usaban como recurso de dominación para disipar las fuerzas patriotas emergentes, por eso es necesario y aconseja Barrios “hacer una relectura de Bolívar para ver entre líneas cosas nuevas, informaciones nuevas”, que nos permitan seguir haciéndole frente al enemigo, que si bien en el pasado fue el imperio español, 200 años después intentan golpear la moral de la Patria y la comunicación ha sido un campo de ataque permante, por ejemplo con Estados Unidos jugando el mismo papel de España. Hoy la comunicación sigue siendo un arma de guerra del enemigo a la que debemos enfrentar con una ofensiva de caracter patriota, pues hay una variante: las comunicaciones son mucho más veloces y cuentan más más recursos y eso hace aún más exigente la estrategia de respuesta.
Como hijos de Bolívar estamos obligados a seguir protegiendo “las letras”, frente al enemigo histórico: el imperialismo. Defender la soberanía y preservar la paz de la República, como lo hizo de forma incansable y estratratégica el padre de la Patria, hasta llegar victorioso a Carabobo, con la imprenta, las ideas y la pluma es el desafio en las nuevas formas de comuncación en la América Meridional, para seguir levantando las banderas de la independencia.
T: Prensa Vicepresidencia