Principal Especiales

Hace 204 años Simón Bolívar pronuncia el Discurso de Angostura

Cada 15 de febrero de 1819, Venezuela conmemora el importante momento cuando el Libertador Simón Bolívar, pronunció su discurso ante el Congreso de Angostura, en San Tomé de Angostura (conocido actualmente como Ciudad Bolívar), en el contexto del proceso independentista de Venezuela y Colombia.

El día de la instalación del Congreso, la reunión convocada por Bolívar, inició alrededor de las 11:00 de la mañana, y estuvieron presentes el Libertador, el jefe supremo de la República y la comitiva que lo acompañaría a la sede del Congreso.

Durante la presentación de su discurso, el padre de la patria hizo énfasis en que las sociedades en proceso de independencia no debían copiar las costumbres de otras tierras. Es por ello, que esta fecha es propicia para seguir sus orientaciones en favor de la justicia social y consolidar la nueva etapa, manteniendo el rumbo en el Socialismo del Siglo XXI.

Además, Bolívar reconoció que Venezuela debía tener un sistema centralista basado en un Poder Público distribuido en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sugiriendo de esta manera que se agregara una cuarta instancia denominada Poder Moral, destinada enseñar a los políticos a ser ilustrados.

Otro aspecto al que dedicó importancia fundamental en el proceso de consolidación de las repúblicas latinoamericanas, fue a la educación. En este sentido, para él educar era tan importante como libertar. De lo que se desprende su memorable sentencia: «Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades».

Venezuela conmemora con orgullo esta fecha, recordando la importancia de los valores y el sueño de Bolívar, manteniendo intactos a través de los años los ideales de la patria.

Extracto del Discurso de Angostura:

La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.

Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros las lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiado, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad; la traición por el patriotismo; la venganza por la justicia.

Los anales de los tiempos pasados os presentarán millares de gobiernos. Traed a la imaginación las naciones que han brillado sobre la tierra, y contemplaréis afligidos que casi toda la tierra ha sido, y aún es, víctima de sus gobiernos. Observaréis muchos sistemas de manejar hombres, mas todos para oprimirlos; y si la costumbre de mirar al género humano conducido por pastores de pueblos, no disminuyese el horror de tan chocante espectáculo, nos pasmaríamos al ver nuestra dócil especie pacer sobre la superficie del globo como viles rebaños destinados a alimentar a sus crueles conductores.

El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.

Un gobierno republicano ha sido, es, y debe ser el de Venezuela; sus bases deben ser la soberanía del pueblo, la división de los poderes, la libertad civil, la proscripción de la esclavitud, la abolición de la monarquía y de los privilegios. Necesitamos de la igualdad para refundir, digámoslo así, en un todo, la especie de los hombres, las opiniones políticas y las costumbres públicas.

MinFinanzas: E/B