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Especial |Los CLAP, celebran 5 años del sistema popular de distribución de alimentos y de combate antiimperialista

Como una estrategia acertada en la garantía del derecho fundamental a la alimentación, se ha consagrado la política social de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), creados por el Presidente de la República Nicolás Maduro, para asistir a más de 7 millones de familias con diversos rubros a precios subsidiados, y como ofensiva antiimperialista contra el bloqueo económico impuesto por la Casa Blanca, que afecta severamente el sistema productivo de la nación.

En Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.288 del 13 de marzo de 2017, el Ejecutivo Nacional por mediante Decreto 2.740, establece que cada 12 de marzo, se celebrará el Día Nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Igualmente se celebra el Día de la Alimentación en Venezuela.

En ese contexto, un inédito sistema de distribución de alimentos en el propio territorio y casa a casa, arrancó el 12 de marzo de 2016, y con ello nació un nuevo tejido social que incorporó a mujeres y hombres en cada comunidad dando paso a un modelo audaz y efectivo, para asegurar la alimentación familiar y en lo individual abrigar a 24 millones de personas. Se cumple lo dispuesto en el Plan de la Patria 2019-2025.

Se estrenaba un proyecto que hasta la fecha ha sido exitoso frente a la guerra multimodal y que abraza a los más vulnerables quienes fueron el primer blanco de los laboratorios de guerra psicológica y social estadounidense, en un formato de agresión sin tregua, apoyado por la ultraderecha nacional que apunta a atacar el bienestar del pueblo, como método político para promover la desestabilización de la democracia en el país y crear desesperanza.

Los efectos de las sanciones ilegales, el bloqueo financiero y las operaciones de persecución de la administración estadounidense y sus gobiernos acólitos, comenzaron a socavar el estado de bienestar social que el Gobierno Bolivariano, había consolido como nunca antes en la República. Se golpea fuertemente al sistema productivo del país impidiendo la compra de insumos básicos para el proceso de alimentos y sus derivados. Se persigue al capital público y privado. En principio se debió adquirir alimentos en el extranjero, y esa acción también fue torpedeada para evitar que el Gobierno Bolivariano abasteciera al pueblo. Se atenta contra el sagrado derecho a la alimentación.

En torno a esta política, el jefe de Estado Nicolás Maduro, en una acción sin precedentes y de marca constitucional, llamó a la unión de los sectores productivos de la nación, públicos, privados y del Poder Popular, y con ello la activación de la producción de alimentos en los patios productivos, así como a fortalecer la economía comunal para el abastecimiento. Todos sumaron esfuerzos y con la garantía de la siembra de cultivos de arroz, harina y otros rubros necesarios, se encamina la soberanía alimentaria, para producir todo lo que necesitamos.

La distribución consolidada de la políticas gubernamentales de los CLAP, registró un saldo positivo al cierre del año 2020, con 1 millón 200 mil toneladas de alimentos distribuidas a las comunidades del territorio nacional, correspondientes a 21 millones de combos, durante el año, informó el Presidente de la República Nicolás Maduro, durante su mensaje anual a la nación, realizado en el Palacio Federal Legislativo el 12 de enero de 2021.
Asimismo la producción de alimentos se ubicó en 400 mil toneladas, para llegar a un punto de autoabastecimiento con producción 100% venezolana, para dinamizar así la agroindustria, la industria y la actividad agrícola del país.

El Gobierno Nacional, también ha desarrollado instrumentos como el CLAP pesquero, que se encarga de la distribución de productos derivados de la pesca, o el CLAP textil, encargado de la confección de uniformes escolares. Esta modalidad de asignación permanece en manos del Poder Popular, en combinación con el Estado, lo que le otorga un papel protagónico al pueblo.

Un tejido social inédito, audaz y efectivo

Para robustecer su funcionamiento, se aprobó el 5 de enero de 2018, la Ley Constitucional de los CLAP, cuyo objetivo es regular su funcionamiento, así como el reconocimiento de la organización de las instancias de agregación y participación y organizaciones de base del Poder Popular. Este marco jurídico fue promovido por el Presidente de la República y se refrendó en la gestión como Presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente de Delcy Rodríguez Gómez.

Igualmente esta ley busca asegurar la producción, abastecimiento y distribución de los alimentos a fines de garantizar, la independencia, el bienestar social del pueblo, la seguridad alimentaria y el desarrollo integral de la Nación.

De acuerdo a su constitución los CLAP, se consolidan como una instancia económica del Socialismo Bolivariano, que se apunta a romper con la lógica capitalista neoliberal para darle paso a una economía local que promueva la producción, como objetivo final en el marco de la política de soberanía agroalimentaria, protegiendo a la familia trabajadora y su salario.

Su accionar esta guiado por los valores de participación protagónica corresponsabilidad, solidaridad, justicia, igualdad social y preeminencia de los derechos humanos.

En referencia al modelo organizativo, en cada comunidad, Bases de Misiones Socialistas y en los urbanismos Gran Misión Vivienda Venezuela y de acuerdo a la poligonal del territorio, existe un CLAP, con mayor intensidad en las zonas populares y en diversos espacios de más poder adquisitivo, pero que también sufren las consecuencias del bloqueo, y que se alinean al proceso de compra y distribución.

La presentación de esta distribución contiene los rubros de la cesta básica como por ejemplo harina de maíz, arroz, azúcar, aceite, granos, pasta, sardinas, entre otros. A esta iniciativa también se suman las Ferias del Campo Soberano, para garantizar la proteína al pueblo a precios accesibles y combatir la especulación.

Principalmente la mujer se ha puesto al frente de esta tarea que en su mayoría son las jefas de comunidad y jefas de calle. Se garantizan además la atención prioritaria a las familias que posean integrantes con condiciones especiales derivadas de discapacidades, salud, niñas, niños y adolescentes, ancianas, ancianos y mujeres en estado de gravidez.
En cada parroquia también se creó el Estado Mayor de Alimentación que tiene su operatividad en cada estado del país, con un centro de ensamblaje y distribución para trabajar con el Ministerio del Poder Popular de Alimentación, hoy dirigido por el M/G Carlos Leal Tellería, y junto a ellos la Milicia Nacional Bolivariana en la rectoría del M/G Manuel Bernal Martínez. Se suman las filas de combatientes de UNAMUJER.

Entretanto se garantiza desde el Gobierno Bolivariano, el Plan de Siembra Nacional, para los rubros que se suman al sistema CLAP, y otra experiencia es la producción autóctona de alimentos de cada región para entregarla al pueblo por vía de esta política social. Durante la pandemia por el COVID-19, la política social de los CLAP se fortaleció y llegó a millones entregando los alimentos puerta a puerta con las medidas de bioseguridad.

A 5 años de su creación, los CLAP son protagonistas de una revolución social que integra el saber, la disciplina y el compromiso patrio para llevar el alimento al pueblo en un sistema de distribución popular.

El Poder Popular organizado en CLAP, también suma en su tejido a los consejos comunales, comunas, UBCh y al PSUV, además de otras organizaciones de base. No en vano este modelo de carácter social, ha sido atacado por los tentáculos imperiales, tratando de impedir la llegada de insumos necesarios para su producción, hecho que se acentúo en la era Trump.
En ese sentido, vale destacar el esfuerzo del Gobierno Bolivariano, en elevar la producción local y la inversión nacional e internacional, ahora con la Ley constitucional Antibloqueo para el Desarrollo Nacional y la Garantía de los Derechos Humanos, que apunta a elevar la producción nacional y restablecer el poder adquisitivo que se ha visto afectado principalmente en el ingreso del salario, producto de la persecución económica y de factores desestabilizadores de la economía.
Con lo anterior se desprenden una variedad de posibilidades que permitirán, entre otros beneficios, producir con mayor rapidez los rubros alimenticios necesarios para consolidar un sistema de soberanía alimentaria.

El Carnet de la Patria, ha sido fundamental para la estadística nacional, a través de la encuesta CLAP, que permite al Gobierno Nacional, mensualmente interactuar con cada jefe de familia que es abrazado por esta política y conocer de forma directa la asignación de los rubros. Se establecen los estándares para determinar de manera precisa la distribución de alimentos.

Sanciones socavan los derechos fundamentales a la alimentación

En el contexto histórico, el pueblo de Venezuela ha sufrido una guerra multimodal o de cuarta generación que se deriva principalmente de la Orden Ejecutiva, emitida por el expresidente estadounidense, Barack Obama, el 9 de marzo de 2015, para declarar a Venezuela, “una amenaza inusual y extraordinaria”, para la seguridad de la nación del norte.

La principal afectación que procede de esta acción calificada por los expertos estudiosos de los Derechos Humanos, como “delitos de lesa humanidad”, es impedir por ejemplo la compra de alimentos y sus componentes derivados, y en igual magnitud para el sector salud.

Otra de las consecuencias y que ha sido una denuncia pública del Presidente Maduro, que afecta al sistema de alimentación de la nación, es la persecución a PDVSA, principal estatal petrolera del país, lo que ha generado que los ingresos públicos se hayan reducido en un 99%. El país vive actualmente con el 1%, de los ingresos anteriores a las sanciones. “En seis años perdimos el 99% del volumen de ingresos en divisas”, ha dicho el jefe de Estado.

El Gobierno Bolivariano ha denunciado el hecho de manera reiterada ante las instancias internacionales, pero subsisten los bloqueos económicos contra el sistema alimentario principalmente. El fin de la ultraderecha nacional e internacional que ampara estas agresiones, es derrocar a la Revolución, para hacerse del poder en Venezuela y saquear nuestras riquezas naturales.

Vale destacar que la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Alena Douhan, visitó el país del 1 al 12 de febrero de 2021, para evaluar el impacto de las sanciones unilaterales.

Douhan, instó a los gobiernos a que “revisen y levanten las sanciones selectivas de conformidad con los principios del derecho internacional, el Estado de derecho, y los derechos humanos”.

Es propicio recordar que Venezuela, ha recibido importantes reconocimientos de la FAO durante décadas, por la reducción del hambre y la pobreza extrema en más del 50% en todo el país. Se suman otros organismos multilaterales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que reconoció el esfuerzo para disminuir los niveles de subnutrición.

Ante los tiempos de dificultad y la persecución financiera y comercial derivadas de la administración estadounidense, los CLAP se han consolidado como un método que lleva consigo los valores de la cooperación, el humanismo y la solidaridad, como clave para la resistencia de un pueblo que no se deja doblegar por el modelo neocolonizador que se insiste en imponerse.

El Presidente Nicolás Maduro, garante del estado de derecho y de justicia social, da pasos firmes para consolidar los CLAP, y ha pedido a su equipo de gobierno que se mejoren en cuanto a su contenido y periodicidad de distribución, y aunque falta mucho por hacer, ha manifestado que estos “son un milagro de la Revolución surgidos del propio pueblo”.

“De los CLAP que se han constituido, tenemos que tomar en cuenta que falta mucho camino por recorrer y mucho trabajo por hacer, seguimos haciendo Revolución en la Revolución, seguimos batallando contra la guerra económica, que no ha podido con el Pueblo, ni podrá”, aseveró el Mandatario.

Hoy cuando se celebra el Día Nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), el pueblo organizado en el sistema popular de distribución de alimentos, avanza en la lucha antiimperialista y levanta las banderas de la dignidad y dice al mundo que ¡Venezuela no se rinde!.

T: Prensa Vicepresidencia