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ESPECIAL | Aristóbulo Istúriz: revolucionario que no vio límites en su amor patrio durante generaciones ¡Vivirás por siempre!

“La Muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”, dijo el Apóstol de Cuba, José Martí, y con en este pensamiento hoy despedimos físicamente al profesor Aristóbulo Istúriz, un irreductible revolucionario que en línea recta ofrendó su vida para consolidar la emancipación del pueblo a través del estudio, la lucha y el combate de las ideas. Fue un hombre de mil batallas, siempre mostró su lado humano para con las causas sociales y se despidió de este plano terrenal el 27 de abril de 2021, a sus 74 años de edad.

Aristóbulo Istúriz Almeida, maestro de profesión y sindicalista por vocación, nació el 20 de diciembre de 1946 en la localidad de Curiepe, estado Miranda.

Desde joven sintió la necesidad de luchar por los más necesitados y buscar un camino para brindar a todos una Patria justa e independiente.

“El profe”, como cariñosamente se le llamó siempre, comenzó su lucha política con el partido Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), inspirado en los ideales de liberación del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa y, más tarde, se suma a las filas de la tolda de la Causa Я, logrando por el voto popular ser el alcalde de Caracas para el periodo 1993-1996, en medio de la vorágine del puntofijismo.

Era esta la primera respuesta del pueblo hacia el camino de liberación revolucionaria, con Aristóbulo se había subvertido el orden político dominante de entonces.

En su incansable que hacer político funda junto a otros compatriotas el partido Patria para Todos (PPT), para conformar al Gran Polo Patriótico. Al lado el Comandante Eterno Hugo Chávez, más tarde se integra al Movimiento V República y luego al Partido Socialista Unido Venezuela (PSUV), siempre en la filas de las Revolución.

En su lucha gremial el profe fundó el Sindicato Unitario del Magisterio (SUMA) del Distrito Federal y fue miembro fundador de Fetramagisterio. También fue dirigente nacional de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) y del Colegio de Profesores de Venezuela (CPV).

Su activa participación en las luchas sociales y políticas lo llevaron a ser reconocido en el gremio y por su desempeño político renovador y revolucionario llega por el voto popular a la Asamblea Nacional y más tarde ocupa cargos ministeriales, tras el triunfo de la Revolución Bolivariana.

El profesor Istúriz fue electo en dos oportunidades como Concejal del extinto Distrito Federal (ahora Distrito Capital), y luego como Diputado al entonces Congreso Nacional por el Distrito Federal.

En este último, formó parte de las comisiones permanentes de Educación, Política Interior y Asuntos Sociales, dedicando su atención a los temas educativos, a la defensa de los derechos humanos y a los intereses de los trabajadores, cargos que desempeño con gran compromiso.

El profe se sumó a la causa revolucionaria convirtiéndose en un aliado leal que lo llevó a desempeñarse en importantes tareas, entre las que destaca su participación como Segundo Vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999.

Previo había recorrido el país en un gran debate donde se recogieron miles de propuestas para la Constituyente que consagró la Carta Magna.

Revolucionario con profundo amor patrio

Hombre humilde, de pueblo, alegre, convencido del camino de la Revolución como única forma de emancipación para el pueblo. Aristóbulo aportaba al debate y por su claridad ideológica, amplio conocimiento y capacidad organizativa, el Comandante Hugo Chávez le encomendó diversas tareas de gestión en la construcción de la nueva Patria, para promover la mujer y el hombre nuevo.

Esta confianza la supo agradecer el profe con su disciplina y lealtad al pueblo.
En la gestión del Gobierno Bolivariano se desempeñó como ministro de Educación entre los años 2001 y 2007, coordinador del Gabinete Social y presidente de la Comisión Presidencial de la Misión Robinson, donde se promovió el esquema de las Misiones educativas que permitieron que Venezuela fuera declarada como Territorio Libre de Analfabetismo. Con la Misión Robinson, Aristóbulo Istúriz contribuyó a sacar de la oscuridad a millones de venezolanos que no sabían leer ni escribir, y se saldaba una deuda social heredada de la cuarta República. También se desempeñó como Vicepresidente para Caracas y Vargas del PSUV.

Durante el golpe de Estado de 2002, el profesor Istúriz jugó un papel fundamental en el rescate del hilo constitucional y, desde el Palacio de Miraflores, contribuyó con la batida revolucionaria que recibió al Comandante Eterno Hugo Chávez, quien había secuestrado por los poderes fácticos de entonces. Más tarde acompañó a las víctimas de la masacre que antecedió a la embestida imperialista y que dejó decenas de muertos a manos de francotiradores y mercenarios.

En su dilatada carrera política, fue también gobernador del estado Anzoátegui durante el periodo 2012-2016. Para el 6 de enero de 2016, el Presidente de la República Nicolás Maduro lo designa como el nuevo Vicepresidente de Venezuela, sustituyendo a Jorge Arreaza. El profe estuvo en 2017, al frente del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales.
El 30 de julio de ese mismo año resulta electo constituyente a la Asamblea Nacional Constituyente.

Posteriormente, regresa al Ministerio de Comunas y luego al Ministerio de Educación y a la Vicepresidencia sectorial de Gobierno para el Socialismo Social y Territorial.

En las filas de la Fuerza Armada Nacional, el profe Aristóbulo se alistó en la Milicia Nacional Bolivariana, como ejemplo de su vocación en la defensa de la Patria ante las amenazas foráneas e imperialistas.

En cada marcha, su voz estaba presente en defensa de los derechos sociales y universales del pueblo. En el debate que el mismo proponía en los barrios y comunidades del país llevaba la construcción de las comunas como un eje fundamental de liberación y con su pedagogía transmitió saberes a mujeres y hombres que transitan este camino. La tarea de los comuneros queda con su huella y el desafío histórico está en la “comuna o nada”.

Hoy, cuando con dolor mayor, el pueblo despide a un hombre de la altura moral de Aristóbulo Istúriz Almeida y lo hace emulando su ejemplo irreductible de construir la Patria, de no claudicar ante el hegemon norteamericano o cualquier imperio del mundo.

Él fue ejemplo de convicción, palabra y esperanza a lo largo de su transitar.
En su honor nos llevamos su consigna eterna para convertirla en acción y con su sonrisa décimos contigo amado profe… ¡Viva la Patria!