(MPPEF 27-02-2020).- Este 27 de febrero se conmemoran 31 años de los sucesos ocurridos durante el «Caracazo», un acontecimiento histórico en Venezuela que trajo consigo una serie de protestas en contra de las medidas económicas, siendo estas las causantes de un estallido social donde el pueblo reaccionó a las políticas económicas que intentó imponer el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Durante los hechos del Caracazo los venezolanos y venezolanas protestaron en contra de la corrupción y la entrega del país al capital extranjero, el alza en el precio del combustible, el incremento en el valor del pasaje en el transporte público, el cierre de las principales calles y avenidas con la quema de cauchos y autobuses; además de saqueos a comercios; hechos que en poco tiempo se replicaron en la capital y en otras ciudades del país.
No obstante, para ese entonces el pueblo se opuso a una serie de medidas económicas impulsadas por Carlos Andrés Pérez, las cuales acabarían siendo conocidas como “el paquetazo”, un plan acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que exigía grandes ajustes macroeconómicos que asfixiaban al pueblo.
El llamado paquetazo, buscaba hacer de Venezuela sustentada mayoritariamente por el Estado y los petrodólares, una economía de libre mercado en la que hubo recorte de gastos y aumentos de las tarifas de los servicios públicos, logrando descontento maximizado que se evidenció en las calles, situación a la que la Policía Metropolitana, el Ejército Nacional bajo la orden presidencial de la época, tomó el control con represión para restablecer el orden con el famoso “disparen primero averigüen después”, hecho que dejó centenares de muertos cuyas deudas han comenzado a dignificarse con la Revolución.
Para la ONG Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), el Caracazo fue una auténtica “masacre”, una de las más graves violaciones de derechos humanos de la Venezuela contemporánea por el uso de la fuerza aplicada por los órganos de seguridad nacional que descargaron la artillería pesada, en contra de un pueblo desarmado, amparados por el decreto de “suspensión de las garantías”, ocasionando personas desaparecidas, torturas, tribunales militares y fosas comunes.
El líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, presidente de la República de Venezuela entre 1998 y 2013, expresó durante una alocución en cadena nacional que los eventos surgidos en el año 1989 impulsaron el plan para tomar el poder por la vía militar que se transformó en el golpe de Estado de 1992.
El Caracazo sin duda fundó las bases que hicieron comprender a los venezolanos que era necesario un cambio trascendental para enrumbar el destino de la patria hacia un futuro mejor. Para las elecciones de 1998, a pesar del desgaste, el descrédito del gobierno, el descontento de la población por la situación de pobreza, la recuperación de la imagen de un ejército patriota con un Chávez al frente, quien era una figura carismática y con la valentía de asumir la responsabilidad de sacar al país del foso en el que lo había hundido el neoliberalismo del gobierno de Carlos Andrés Pérez, motivaron al pueblo a creer y confiar en sus ideas emancipadoras para Venezuela.
Al salir de la cárcel, el Comandante Eterno, ratificó su compromiso con el pueblo, por lo que llamó a la conformación de un gran frente nacional para transformar el país, que aún reciente las heridas de aquella rebelión popular, que marcó al pueblo venezolano y quedó en la historia como un hecho repudiable. Hoy más que nunca los venezolanos y venezolanas que aman a la patria deben mantener la convicción de luchar por acabar con la hegemonía capitalista y seguir encaminados en la construcción del socialismo bolivariano.
T/MPPEF
