Como una forma de obtener el poder político en el país, y con el concurso de la administración estadounidense en alianza con la ultraderecha nacional, el 7 de marzo de 2019, a las 4:50 de la tarde, se produjo el más grande saboteo eléctrico en nuestra nación que causó daños y sufrimientos al pueblo. Era entonces la “primera guerra cibernética en el mundo”, afirmó el Presidente de la República Nicolás Maduro, en legítima defensa de la soberanía y ante la arremetida brutal que ocasionaría efectos económicos devastadores a largo plazo.
En los laboratorios de la guerra se frotaban las manos, mientras los aliados internos en campañas de las redes sociales apuntaban a sembrar zozobra. Con este ciberataque habían desbastado la operatividad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), y con ello daban un duro golpe al corazón de la vida cotidiana de la República. El fin era declarar “un Estado Fallido” y promover una intervención militar extranjera en suelo venezolano. La historia se escribía y el pueblo junto al Gobierno Bolivariano, más tarde derrotarían el guión imperialista de agresión.
Los halcones del imperio estadounidense no dudaron en revelar su participación y conocimientos previos de los hechos, como el expresado por el senador por el estado de Florida Marco Rubio, acérrimo enemigo del pueblo de Venezuela, quien a pocos minutos del acto extremista anunció en su cuenta Twitter @marcorubio: «venezolanos vivirán la más severa escasez de alimentos y gasolina», aseveraba una especie de predicción del ataque eléctrico que estaba a punto de ocurrir.
A pocas horas de lo ocurrido comentó convicto y confeso: «ALERTA: Informes de un apagón completo en todo #Venezuela en este momento. 18 de los 23 estados y el distrito capital se enfrentan actualmente a apagones completos. Aeropuerto principal también sin energía y generadores de respaldo han fallado».
Esta declaratoria fue denunciada por el Vicepresidente Sectorial para la Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez Gómez, quien documentado en torno al caso señaló entonces como responsables no solo a Marco Rubio, sino también al secretario estadounidense Mike Pompeo y el entonces diputado opositor Juan Guaidó.
Pero no eran estas las únicas confesiones de los responsables. Guaidó escribió “Venezuela tiene claro que la luz llega con el cese de usurpación”, y el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, afirmó: “No hay comida, no hay medicina, ahora no hay electricidad, lo próximo, no habrá Maduro”.
Las estrategias de guerra contra el SEN, no eran nuevas, no. Se producían de manera reiterada, pero en menos impacto y eran denunciadas por el Gobierno Bolivariano y superadas gracias al compromiso patrio de la clase trabajadora del sector que siempre salió al frente para garantizar el servicio aún en las horas más aciagas que se derivaron de este 7 de marzo. Esta vez la guerra cibernética, denunciada por el Presidente Nicolás Maduro, se expresaba como un mensaje contundente de hostilidades intensas con nuevas dimensiones de agresión y a su vez un ejercicio para la caotización y desgaste que desembocara en una estrategia de asalto al poder.
En contexto, se trató de un ataque cibernético al control automatizado de regulación Ardas, del sistema de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida también como El Guri. Era un ataque al cerebro del complejo Guri.
El Ardas es “una especie de cerebro electrónico computarizado que regula las 20 máquinas del Guri, donde se genera el 80 por ciento de la electricidad” para toda Venezuela, explicó Rodríguez. Además, tres de los cinco generadores de respaldo fueron saboteados, cita la estatal Telesur, para el momento de los sucesos.
El sabotaje cibernético contra el sistema eléctrico en Venezuela, afectó a 18 de los 23 estados del país. Un ataque planificado que se calificó como un crimen de lesa humanidad, cuyo objetivo era profundizar el malestar social y económico ya creado por la guerra multiforme y de cuarta generación orquestada por el hegemon. Era una especie de batalla campal contra todo un pueblo, para ir por la conquista del poder político, que no habían logrado los poderes fácticos por la vía del voto popular.
Como consecuencia, en las primeras horas los servicios básicos fallaron en su dinámica normal y por ejemplo en la capital, la falla forzó al desalojo y cierre del Sistema Metro, el principal medio de transporte. También colapsaron los servicios de telefonía fija y celular.
Rodríguez, informaba al país y a la opinión pública internacional lo sucedido refiriendo que “al atacar ese sistema, por protección las máquinas del Guri se paran”.
En torno a la cooperación con países amigos y que se alinean con la nueva geopolítica mundial, citamos al gobierno ruso que días antes al 7 de marzo de 2019, alertaba que «Estados Unidos está elaborando un plan de respaldo que trata de introducir en Venezuela grupos armados ilegales entrenados con el fin de llevar a cabo sabotajes y actividades subversivas», refería el portal web Misión Verdad.
Entretanto, Telesur en un trabajo de investigación aportaba que un ataque cibernético de forma remota contra el sistema de la hidroeléctrica El Guri es posible. «La idea de que un Estado extranjero manipule la red eléctrica para forzar un gobierno de transición es muy real», indicaba el columnista de inteligencia artificial y big data, Kalev Leetaru, en un artículo publicado en Forbes.
Expresaba además que «Interrumpir los suministros de energía y agua, perturbar los patrones de tráfico, desacelerar o interferir el acceso a Internet», causando caos en la población, «son todos tópicos cada vez más discutidos en la comunidades de seguridad nacional (estadounidense) como tácticas legítimas y legales para socavar a un Estado foráneo».
«El corte de energía en la hora pico, asegurando un impacto máximo en la sociedad civil y un montón de imágenes post-apocalípticas mediagénicas, encaja perfectamente en el molde de una operación de influencia tradicional. Que ocurra una interrupción de este tipo en un momento de agitación social de manera que deslegitima al gobierno actual mientras un gobierno ‘en espera’ se presenta como una alternativa eficiente, es en realidad una de las tácticas que se describen en mi informe de 2015», enfatiza Leetaru en su artículo.
La estrategia frente al sabotaje
Ante este infame acontecimiento, el Gobierno Bolivariano, inició una estrategia global para hacer frente a las consecuencias de este ataque inédito. Los derechos fundamentales de acceso al agua, alimentación, transporte y seguridad, entre otros, estaban garantizados, aún con las mayores dificultades a las que se sumaban ya el bloqueo financiero y económico que expedía la Casa Blanca.
La Vicepresidenta Ejecutiva de la república, Delcy Rodríguez Gómez, se puso al frente de las operaciones en el Guri. Le acompañaban el Vicepresidente Sectorial para la Comunicación Jorge Rodríguez y los integrantes del Alto Mando Militar, mientas el Presidente de la República Nicolás Maduro dirigía las operaciones desde Caracas con los Gobernadores, alcaldes y Protectores de los estados.
El pueblo por su parte, con una conciencia social firme, y en unión cívico-militar con su Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), se mantuvo en paz y aguardó siempre por las instrucciones del gobierno del Presidente Nicolás Maduro, como único conductor de la protección al soberano.
Por ninguna parte, se vieron a los agoreros y propulsores del desastre personificados en la oposición para ayudar al pueblo, al contrario se iba creando un festín con matrices de terror en las redes sociales para atacar el sistema de salud, principalmente hospitales y con ello aguas abajo el resto de los servicios. La intención era buscar una revuelta social, que nunca ocurrió.
A manera de secuencia y en tratar de tapar su participación premeditada en el saboteo al SEN, Marco Rubio escribió el 11 de marzo de 2019: «Hoy otra explosión en un transformador en German Dam en el estado Bolívar causó otro apagón masivo». Esta cita le valió por su desconocimiento a la realidad, un fuerte abucheo y burlas por las redes sociales a Rubio, pues el político interpretó el nombre de un periodista, Germán Dam, que informaba sobre el apagón, como «dique alemán», ya que en inglés ‘dique alemán’ se dice ‘German Dam’.
«Es un poco difícil tomarte en serio cuando no puedes entender conceptos básicos como la diferencia entre los objetos inanimados y las personas reales», fueron algunos de los comentarios al respecto.
Nuevos ataques al SEN
La administración de Donald Trump, haría hasta lo imposible por continuar lo ataques al SEN, tal como ocurrió en las horas posteriores al 7 de marzo y como lo detallaban las denuncias que exponía el Gobierno Bolivariano.
Este ataque a Venezuela se trató de “tecnología de alto nivel que solo tiene el Gobierno de Estados Unidos (…) producen ataques electromagnéticos contra las líneas de transmisión”, e interrumpen sucesivamente el proceso para reconectar las distintas estaciones, indicó el Mandatario Nacional, Nicolás Maduro, el sábado 9 de marzo.
“Venezuela quizá es el primer país del mundo que ha sido víctima de la tecnología estadounidense de ataque cibernético contra un sistema eléctrico”, dijo el Mandatario Nacional el 11 de marzo cuando explicó ante el mundo las fases del ciberataque señalando lo siguiente:
– La primera fue contra el cerebro del sistema computarizado de la empresa Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) en la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, ubicada en la represa de El Guri, estado Bolívar (sur); y el ciberataque desde el exterior al cerebro de conducción que queda en Caracas (capital)”.
– El segundo atentado fue vía electromagnética, «que mediante dispositivos móviles interrumpen y revierten los procesos de recuperación”, notificó.
– La tercera fase fue “a través de la quema y explosión de subestaciones eléctricas. Como a las 2 de la mañana hubo una explosión producto de un sabotaje a la subestación Alto Prado (estado Miranda) para tumbar toda la electricidad en Caracas”.
Un ataque de pulso electromagnético (EMP por sus siglas en inglés) puede ser detonado de diversas formas trayendo como consecuencia efectos directos e indirectos.
En este enclave mostraremos parte de las sucesivas agresiones y parte de las pérdidas a la nación y al sector privado productivo del país:
– En las primeras horas de la tarde el sistema comenzó a restablecerse parcial y progresivamente en distintas zonas del país y en Caracas.
– El balance oficial del día miércoles, 13 de marzo, presentado por el Vicepresidente de Comunicación Jorge Rodríguez, era favorable, a pesar que el ciberataque al centro de generación eléctrica ocasionó pérdidas de 877 millones de dólares a la nación venezolana.
– De esto no escapó la clase empresarial que confesó la pérdida económica que les ocasionó el plan antipolítico. La Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) registró que el costo por el apagón fue de 1,4 millones de dólares.
– 1 millón de kilogramos de queso y 900.000 kilogramos de carne se descompusieron por la falta de refrigeración. Otros 6 millones de litros de leche se dañaron en la espera de la restitución eléctrica.
– Por su parte, la firma Ecoanalítica aseveró que las pérdidas para el país fueron de 875 millones de dólares, contabilizando casi 100 millones de dólares de daños diarios, lo que redujo en 1% del Producto Interno Bruto, publicó el portal Misión Verdad, el 20 de marzo, en su informe especial: Reconstruyendo la historia del sabotaje eléctrico en Venezuela.
– El 25 de marzo un segundo mega apagón ocurrió a tan solo unos días de haberse restablecido la energía. En esa ocasión, un nuevo ataque había incendiado el Complejo Hidroeléctrico Simón Bolívar.
– El 29 de marzo, los venezolanos sufrieron un tercer mega apagón con principal afectación en el occidente del país, siendo Zulia el estado más afectado.
– Posteriormente, a las 4:45 de la tarde de este lunes 22 de julio ocurrió un ataque electromagnético contra el sistema de generación de energía eléctrica del país, que provocó la interrupción del servicio en casi todo el territorio nacional, que fue superado por el talento humano de CORPOELEC, en menos de 24 horas.
– El Jefe de Estado durante una reunión de orientación a las Unidades Populares de Defensa Integral (UPDI) de la Milicia Nacional Bolivariana, denunció una serie de nuevos ataques al SEN, ocurridos el lunes 11 y martes 12 de noviembre de 2019.
En síntesis, la magnitud del ataque eléctrico habría derivado en un colapso total del país, materializando el “Estado fallido” que le permitieran a la ultraderecha nacional e internacional una intervención militar en suelo venezolano.
Una gestión anticipada ante nuevas agresiones
En torno a lo acontecido vale destacar el esfuerzo de la Vicepresidencia Sectorial de Obras Públicas y Servicios, del Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica, de todos los trabajadores y trabajadoras del sector eléctrico y de las empresas básicas, que sin descanso laborando día a día para fortalecer la distribución de la energía eléctrica para todo el pueblo venezolano, como un derecho fundamental.
Entre las acciones que destacan para este 2021, se encuentra la revisión por parte de las autoridades del Gobierno Bolivariano, de temas enmarcados en el Plan de Atención Integral a las Víctimas de la Guerra Económica y el Bloqueo Imperialista de cara al Plan 200 Carabobo, con el objetivo de llevar a cabo una agenda de trabajo en materia de servicios públicos, para hacer abordajes en las mil 361 Bases de Misiones que se encuentran activadas en el país.
Igualmente la creación de un Sistema de Alerta Temprana y un plan de supervisión a través de una Sala Situacional Nacional que se lleva desde la sede del Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica, donde los Secretarios Generales de Gobierno, envían los reportes semanales y en tiempo real, además de realizar videoconferencias cada 15 días, para revisar la situación y constatar la efectividad de los mismos.
Además, fueron incorporadas las cuadrillas necesarias al sistema hídrico y eléctrico del país, para que puedan atender y acortar el tiempo de respuestas ante cualquier evento, evitar mayores molestias en la población, así como también ejecutar un plan nacional de adquisición de herramientas y un plan de atención a las tomas ilegales o clandestinas de agua.
Asimismo, el Vicepresidente Sectorial de Obras Publicas y Servicios, G/J Néstor Reverol, a inicio del mes de febrero informó que, con un plan de recuperación de transformadores, la repotenciación de la flota terrestre y la incorporación de nuevas fábricas en el país, será fortalecido el SEN.
Destacó que se ha trazado una estrategia para un plan agresivo de recuperación de transformadores en el país, por lo que se han diseñado ocho talleres para realizar estas labores.
En esa oportunidad, señaló que este plan va a permitir recuperar e incorporar los transformadores averiados y serán instalados por la fuerza trabajadora de Corpoelec, por lo que reiteró que se cuentan con las herramientas y equipos necesarios para ejecutar este tipo de trabajo.
Por su parte, la nueva Asamblea Nacional, instaló la Comisión de Administración y Servicios con el objetivo central de contribuir con las medidas necesarias para fortalecer los servicios públicos de primera necesidad, en los cuales destaca la electricidad, así como el vital líquido, transporte, entre otros temas relevantes.
El 16 de diciembre, durante la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal del año 2020, en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC),la Vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, indicó que el peor sabotaje en contra del pueblo venezolano, fue el de paralizar las máquinas hidroeléctricas del Gurí, el cual tenía como objetivo desestabilizar y fomentar el miedo en el país.
“El Sistema Eléctrico se convirtió en una poderosa herramienta para atacar al pueblo, pero la respuesta de los venezolanos fue de absoluta conciencia porque sabían que había detrás de estos planes”, aseguró Rodríguez.
A su vez, señaló que la oposición, no puso en marcha estos planes desestabilizadores por defender la democracia, ni para defender los Derechos Humanos en Venezuela, sino que lo hicieron para despojar a la Patria de importantes activos.
“A pesar de los ataques permanentes y sucesivos contra el Sistema Eléctrico Nacional, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ha hecho importantes inversiones que llegan a casi a 500 millones de euros para la recuperación de este sistema, para así prestar y garantizar este servicio esencial para la población”, destacó la Vicepresidenta Ejecutiva.
Hoy más que nunca, los venezolanos están conscientes de las verdaderas intenciones del imperialismo norteamericano, razón por la cual a diario afianzan su compromiso con la defensa del territorio nacional de la mano del Presidente Nicolás Maduro.
El pueblo de Venezuela es un pueblo con ideales de libertad, de independencia y que está dispuesto a defender palmo a palmo, centímetro a centímetro, del territorio y hoy como ayer apunta a derrotar los planes del imperialismo.