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Carabobo: ¡Invictos ayer, invencibles hoy y siempre!

Al amanecer del 24 de junio de 1821, la historia de Venezuela marcó un punto de inflexión, el Libertador Simón Bolívar, había consagrado con la Batalla de Carabobo la victoria de la independencia del país. El ejército Libertador al mando del General en Jefe Simón Bolívar, ponía fin a tres centurias de dominación española, de ocupación, ignominia y saqueo y con ello florecía un sentimiento nacional marcado por la unidad de los patriotas y el anticolonialismo que gritaba al mundo ¡somos libres!.

Como venezolanos celebrar los 200 años de ese acontecimiento en una Patria libre y soberana nos llena de honor y júbilo; una Patria que se forjó con inmenso sacrificio y trabajo hoy se celebra como una fiesta de unión nacional.

A juicio del historiador, Pedro Calzadilla, este excelso acontecimiento no sólo nos legó la libertad e Independencia, sino que, además nos legó “un proyecto Republicano. El proyecto de Bolívar, ese que expuso en Angostura, el de una República Popular igualitaria social”.

La República que el Libertador visiona en Angostura, es una República sin esclavos, de educación popular para todos, de la suprema felicidad social, la que “recuperó la Revolución Bolivariana en 1999 con el Comandante Eterno Hugo Chávez», asegura Calzadilla.

Es la victoria de Carabobo de 1821, la médula del Proyecto Bolivariano herencia de Simón Bolívar, el que enarbolamos hoy con el Presidente Nicolás Maduro.

Dice Calzadilla que el “Bicentenario de Carabobo es un segundo cumpleaños de la Patria, hay dos fechas importantes de cumpleaños; el 5 de julio de 1811 y el 24 de junio de 1821” ¿Qué pasó ese día?, se pregunta y no escatima en responder, que desde ese día glorioso “ya nunca más ninguna autoridad extranjera española, ya nunca más la monarquía española pudo ejercer soberanía sobre nuestro territorio”.

Bolívar, el visionario que trazó la Batalla de Carabobo

Para los años 1817 y 1818, va tomando cuerpo la visión de Bolívar, la posibilidad de concretar y hacer realidad el gran proyecto nacional de Venezuela; luego en 1819, ocurren un conjunto de sucesos que están estrechamente vinculados con el resultado y el desenlace de la Batalla de Carabobo de 1821, elementos políticos, jurídicos y diplomáticos.

“El 17 de diciembre de 1819, el Congreso proclama la Ley fundamental de Colombia, gran instrumento jurídico y mandato para que se establezcan las bases para lo que luego sería la República de Colombia”, explica el profesor Calzadilla.

Esos hechos que ocurrieron en 1819, trazaron las líneas del triunfo de Venezuela el 24 de junio de 1821. “El Congreso de Angostura, la unión de los ejércitos neogranadinos y venezolanos, la acción de liberación de Colombia, la Batalla de Boyacá, fueron determinantes”, afirma Calzadilla.

Luego llega el año 1820, un año de reordenamiento de las fuerzas populares y militares, ya no era un grupo de hombres y mujeres que proclamaban la República, sino un ejército conformado, ejecutando paso a paso un proyecto con instituciones y leyes que lo respaldaban. Ese año además se logra el reconocimiento diplomático del Libertador Simón Bolívar con la firma de los tratados; el de Trujillo que contiene la firma del Armisticio y el de la Regularización de la Guerra; fueron dos documentos fundamentales, obras magistrales de la visión diplomática y política del Libertador.

La firma de esos documentos también le otorgaron el reconocimiento a nivel internacional del liderazgo de un pueblo, que estaba aspirando a ser libre; “ya no eran unos salvajes, unos guerrilleros, unos rebeldes que están en armas. Ahora es el ejército de una República que firma un tratado internacional”, precisa Calzadilla.

El año 1821 comienza con esas expectativas de paz luego de la firma de los tratados, se abría una puerta para el cese de la guerra de manera permanente y se avecinaba la esperanza de recuperar la normalidad de un pueblo.

Sin embargo, muy rápidamente esa posibilidad y esperanza se desvanece cuando la ciudad de Maracaibo, única que se había mantenido leal a la corona española se suma a la República de Colombia en enero de 1821. Esta decisión de Maracaibo pone fin al Armisticio, y la paz que se había firmado queda ya fragilizada.

Explica Calzadilla que en abril de 1821, “Bolívar desde Barinas comienza a activar su gran estrategia que se llamó la Campaña de Carabobo, una estrategia genial militar, política y diplomática que terminó por liberar a Venezuela en junio de 1821”.

La Campaña de Carabobo, diseñada por el ingenio político, militar y bélico del Libertador comienza a ser instrumentada de manera inmediata y con pasos firmes y seguros. “El 28 de abril de ese año comienzan a moverse las tropas desde distintos lugares del territorio, Bermúdez desde Oriente; el General Bermúdez activa las famosas «distracciones de Bermúdez» para dividir al adversario; desde Occidente el general Urdaneta el 30 de abril comienza a movilizarse hacia Coro, y ya el 3 de mayo Coro se suma a la lucha, era la última provincia que estaba pendiente por sumarse a la opción republicana”, narra Calzadilla.

Mientras que desde Los Andes, Cruz Carrillo, comienza también una acción de distracción; Páez desde Achaguas en Apure inicia la gran movilización de las tropas llaneras.“Las tropas llaneras con una corriente muy importante de ganado como sustento de alimento para el ejército”, es así como se da inicio a una gran movilización nacional, expresa Calzadilla.

La movilización avanza hacia San Carlos en el estado Cojedes, como lugar escogido para ir concentrando las tropas y al final se establece que será en Carabobo. “En el Campo de Carabobo se desarrolla la confrontación de dos grandes ejércitos, uno el ejército de la República y el otro el ejército del rey de España”, refiere el historiador.

El 23 de junio, Bolívar con las tropas establecidas en las sábanas de Carabobo les expresa unas palabras de aliento, una característica siempre presente en el liderazgo del Libertador, que se corrobora con su célebre frase “Mañana seréis invictos en Carabobo».

Llega el 24 de junio y se concreta la batalla donde se enfrentan los dos ejércitos, “una acción magistral de un ejército de valientes y disciplinado que significó más que Venezuela, era Colombia como gran visión continental la que había triunfado en las sábanas de Carabobo”, nos comenta Calzadilla.

La unión cívico-militar clave del triunfo en Carabobo

Luego de analizar los hechos que condujeron la caída de la Primera y Segunda República el Libertador Simón Bolívar, comprendió que era imposible triunfar sobre el dominio español de forma sectorizada, era necesario integrar como fuerza al ejército patriota, las masas populares (negros, mulatos, zambos, pardos, indígenas, llaneros etc.) Con esta visión clara, Bolívar, comienza a unificar las bases de una nueva doctrina fundamentada en la unión cívico-militar; la doctrina revolucionaria del pueblo en armas, estrategia clave que ha funcionado para la defensa de nuestra soberanía hasta nuestros días.

Dice el filósofo argentino Néstor Kohan en su ensayo “Bolívar, la guerra social y el pueblo en armas”, que no conviene confundir la doctrina revolucionaria del pueblo en armas de Bolívar con la doctrina burguesa de “la Nación en armas”. A pesar que ambas deben sus fuentes históricas de la construcción del ejército nacional surgido de la revolución francesa de 1789, y de las guerras napoleónicas. La diferencia está en que la doctrina de “la Nación en armas” se limita a concebir la guerra como un conflicto entre Estados-Naciones, sin especificar el sujeto principal de las fuerzas sociales contendientes, ni la garantía de la soberanía popular; como si lo hace la Doctrina revolucionaria del pueblo en armas de Bolívar.

Para el Libertador, el sujeto principal de los ejércitos patriotas eran las masas populares, los negros, mulatos, zambos, indígenas y llaneros. Bien lo expresa el historiador venezolano, Pedro Calzadilla, al afirmar que “Carabobo es un símbolo, de la unión nacional”. El triunfo de la Batalla de Carabobo del 24 de junio de 1821 “se debe en la concurrencia, en una unidad política, espiritual y militar de todo el pueblo venezolano”. Todas las regiones del país participaron en ese combate fue “una verdadera confluencia nacional que permitió esa victoria y que nos condujo a la independencia definitiva de la Patria”, asegura Calzadilla.

Coincide, José Rafael Núñez Tenorio, en su obra Bolívar y la guerra revolucionaria, al afirmar que “el papel determinante de la victoria definitiva contra el opresor colonialista lo desempeñan en fin de cuentas las masas populares venezolanas”.

Es por eso que el profesor Calzadilla insiste en la idea de que “Carabobo es una metáfora de la identidad cultural del pueblo venezolano y símbolo de unidad nacional”. Fue un hecho militar que logró agrupar y movilizar una naciente venezolanidad que se anunciaba. Un colectivo que le tocó madurar con los errores y fracasos, pero que en Carabobo logró expresarse como una sola fuerza de unión nacional.

Bolívar profetizó y apostó por una República de libres, iguales e independientes. Por eso promulgó la liberación de los esclavos, emancipó a los indígenas y otorgó un lugar central como sujeto a las grandes mayorías populares, anteriormente marginadas y excluidas por la élite criolla mantuana. Ese concepto de unidad y de Patria de iguales se impuso y triunfó en Carabobo de 1821.

Carabobo y su vigencia en el tiempo histórico de 2021

Bien lo anunciaba el Comandante Eterno Hugo Chávez, cuando nacía el siglo XXI, que como generación entrabamos en la era bicentenario. Momento estelar para confirmar nuestra independencia en medio de una Revolución Bolivariana triunfante, inspirada en el ideario del Libertador Simón Bolívar.

De Carabobo, heredamos la voluntad y el coraje para resistir y ser capaces como pueblo de sobreponernos y pararnos firmes para sostener las bases de una idea de un proyecto, la Revolución Bolivariana. La clave está en las lecciones de Carabobo de 1821. Haber mantenido el principio de la independencia como un valor supremo, constituyó y sigue constituyendo un elemento fundamental para preservar nuestra soberanía y paz.

El comandante Chávez visionó ese horizonte, llegaremos al 2021, manteniendo ese valor supremo: la independencia. Y es exactamente lo que ha ocurrido afirma también el historiador Pedro Calzadilla “hoy el pueblo de Venezuela tiene la satisfacción de haberle cumplido al Comandante Chávez; llegamos al 2021 y este pueblo en medio de todas las agresiones y dificultades mantiene con lealtad el principio supremo de la ¡Independencia o Nada¡ y la unidad férrea del liderazgo de la Revolución”.

De Carabobo, también hemos aprendido a resistir de pie enarbolando esa antorcha libertaria y avanzando con la frente en alto manteniendo siempre presente nuestra responsabilidad patriótica de defender la Patria.

A 200 años de la Batalla de Carabobo, el pueblo venezolano basándose en su gloriosa herencia de independencia ha sabido honrar el esfuerzo y la sangre derramada por nuestros próceres, que hoy ocupan un digno sitial en nuestra historia. En la actualidad podemos afirmar que el heroísmo rebelde de Bolívar y su ejército, está presente en el imaginario de los venezolanos para defender la paz y dignidad de la Patria.

A 200 años de la gesta emancipadora escrita con coraje, sentimiento y sangre de los patriotas que nos antecedieron en Carabobo aquel 24 de junio de 1821, hoy decimos con el pensamiento ideológico de Bolívar, seguido por Chávez y Maduro que no habrá imperio que pueda imponerse a la rebeldía de un pueblo que se conduce con su propio liderazgo, unidad, identidad y visión continental, valores revolucionarios que nos permiten seguir proclamando nuestro destino: ¡Invictos ayer, invencibles hoy!