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ALBA-TCP ratifica que la independencia, cooperación y unión es el camino de integración de pueblos soberanos

El 29 de abril del año 2006, con la incorporación de Bolivia, se enriqueció el ALBA con la propuesta de los Tratados de Comercio de los Pueblos (TCP), instrumentos de intercambio solidario y complementario entre los países, destinados a beneficiar a los pueblos en contraposición al ALCA, que persiguen incrementar el poder y el dominio de las transnacionales.

Los días 28 y 29 de abril de 2006, los Presidentes Hugo Chávez Frías, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela, Evo Morales Ayma, en nombre de la República de Bolivia y Fidel Castro Ruz, en nombre de la República de Cuba, se reunieron en la Ciudad de La Habana, donde decidieron suscribir el presente acuerdo para la construcción de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y los Tratados de Comercio entre los Pueblos de los tres países (TCP).

En diciembre del 2001 el Comandante Eterno Hugo Chávez, formuló la propuesta de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en el marco de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, como mecanismo de integración y de cooperación de los gobiernos de la región.

El ALBA, nace de la iniciativa del líder de la Revolución en contraposición al Área de Libre Comercio (ALCA) defendida por Washington, y que contempla, entre otros aspectos, cooperación económica, integración energética, fomento de capitales iberoamericanos, respeto al papel del Estado como regulador de la actividad económica, defensa de la identidad de los pueblos y concertación de posiciones a nivel internacional.

Con un acuerdo entre Cuba y Venezuela, el 14 de diciembre de 2004, se concretó como un proyecto de colaboración y complementariedad política, social y económica con énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social y con base en doctrinas de emancipación de los pueblos.

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) se destaca por ser una plataforma de integración de los países de América Latina y el Caribe con el fin de promover la transformación de las sociedades latinoamericanas para hacerlas más justas, cultas, participativas y solidarias.
Su propósito fundamental, fue unir las capacidades y fortalezas de las naciones que la integran, con la perspectiva de producir transformaciones estructurales en el sistema de relaciones para alcanzar el desarrollo integral requerido y avanzar como naciones soberanas y justas.

Así lo dijo Chávez: “No es entonces mera retórica nuestra bolivarianidad. No. Es una necesidad imperiosa para todos los venezolanos, para todos los latinoamericanos y los caribeños fundamentalmente, buscar atrás, buscar en las llaves o en las raíces de nuestra propia existencia, la fórmula para salir de este laberinto”.

Sus miembros fundadores desde el año 2004 son Cuba y Venezuela, pero posteriormente se han sumado Bolivia (2006), Nicaragua (2007), la Mancomunidad de Dominica (2008), Honduras (2008, hasta que el presidente de facto Roberto Micheletti decidió abandonar el ALBA en 2009), Antigua y Barbuda (2009), Ecuador (2009, aunque el Gobierno de Lenin Moreno pidió salir del organismo en 2018), San Vicente Las Granadinas (2009), Santa Lucía (2013) y San Cristóbal y Nieves (2014).

Desarrollo en la región

Los principios fundacionales del ALBA-TCP son radicalmente opuestos a las pretensiones hegemónicas del imperialismo estadounidense en el área. Su marcado carácter humanista, la premisa de que el comercio y la inversión no deben constituir fines en sí mismos, sino mecanismos de cooperación con las naciones menos desarrolladas, así como los programas impulsados para beneficio de los pueblos demuestran su vocación solidaria.

Esta coalición política, económica, y social en defensa de la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos que la integran ha fructificado en disímiles sectores, influyendo significativamente en el desarrollo de la región.

Por ejemplo, en el apartado educacional, tres países integrantes han sido declarados “Territorios Libres de Analfabetismo”, Venezuela (2005), Bolivia (2008) y Nicaragua (2009), mientras que gracias al método educativo cubano “Yo sí puedo”, que también garantizó la post-alfabetización, cinco millones de personas aprendieron a leer y escribir.

La Misión Milagro ha devuelto la vista de forma gratuita a más de 3 millones de personas procedentes de 21 países. El proyecto privilegia principalmente a personas de bajos recursos que nunca antes recibieron atención médica por sus afecciones oftalmológicas.

Más de 2 mil jóvenes procedentes de América Latina, el Caribe y África se forman como médicos comunitarios de profunda vocación social y una alta preparación científica, técnica, ética y humanística en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) con sedes en Cuba y Venezuela.

Se potencia la independencia cultural y la soberanía comunicacional de nuestros pueblos a través del proyecto Alba TV, la Red de Emisoras Radio del Sur y el canal informativo cien por ciento latinoamericano TeleSur.

Al ocurrir desastres también se manifestó la solidaridad y cooperación del eje, como sucedió tras el terremoto del 12 de enero de 2010 en Haití, cuando los países del ALBA-TCP aprobaron un plan de acción para contribuir a la reconstrucción y fomento del desarrollo del país caribeño en las áreas de la salud, finanzas, energía, agricultura y soberanía alimentaria, educación, construcción, seguridad, transporte y logística.

Por otra parte, el bloque también defendió posiciones firmes y certeras ante agresiones políticas, y condenó el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos hacia Cuba; así como la presencia de bases militares estadounidenses en la región; y rechazó las acciones golpistas, toda vez que se ha solidarizado con los pueblos. Además, la alianza acompaña a Puerto Rico en su lucha por la independencia y la soberanía nacional.

Otros proyectos que benefician a los habitantes de los países miembros han estado vinculados a la creación de canales para garantizar la seguridad alimentaria, el autoabastecimiento, la producción y distribución de víveres y la generación de espacios públicos para la cultura y el arte.

Del mismo modo se promueve la protección y defensa de los pueblos y de la naturaleza; la ciencia y la tecnología; el comercio justo; la energía, la industria y la minería; las telecomunicaciones, el transporte y el turismo asa como la promoción de la diversidad de las diferentes culturas y el apoyo a los movimientos sociales.

Mecanismos de cooperación para enfrentar la COVID-19

El ALBA-TCP, fortalece hoy los mecanismos de cooperación para enfrentar la pandemia del Coronavirus (COVID-19), desde una posición de unidad y solidaridad. El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso el pasado 14 de diciembre, durante la XVIII Cumbre del ALBA-TCP, que se sumaran los esfuerzos de Cuba y Venezuela para la creación de un Banco de vacunas para la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

“El ALBA debe garantizar a través del Banco del ALBA el financiamiento de todo el proceso de vacunación de los países miembros, de este bloque unionista”, recalcó Nicolás Maduro durante su intervención.

Precisamente, en esa línea de acción, el Consejo Social del ALBA-TCP, ha desarrollado varias videoconferencias especiales dirigidas a coordinar esfuerzos e intercambiar buenas prácticas relacionadas con el fortalecimiento de los sistemas de salud, y así garantizar el acceso de los países del bloque a los tratamientos.

En torno a la gestión, la Vicepresidente Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, adelanta las acciones con el Presidente de la República de Cuba Miguel Díaz- Canel, para la producción de la vacuna Abdala que será promovida por el Alba –TCP, para la protección de los pueblos de la región.

Desde su cuenta oficial en Twitter, Delcy Rodríguez expresó que “la vacuna Abdala es de los países del ALBA, con ingresos medios, ahí está la mano solidaria de Cuba y El Caribe. Nosotros vamos a producir la vacuna en Venezuela, ha sido una instrucción muy clara del presidente Nicolás Maduro”.

También el secretario ejecutivo del bloque regional, Sacha Llorenti, informó que el Consejo Social del organismo y la directiva del Banco del ALBA-TCP, con sede en Caracas, sostendrán reuniones de coordinación para asegurar el acceso a los tratamientos para la enfermedad por coronavirus.

El Presidente de la República Nicolás Maduro, ha denunciado ante el mundo que “Hay un monopolio de las vacunas que desnuda el sistema mundial desigual que existe, y ante esto el ALBA ha decido crear un Banco de Vacunas, medicinas y de instrumentos de diagnóstico y PCR para todos nuestros países”.

Ante los desafíos impuestos a las naciones del área por la situación pandémica, el mecanismo de integración creó un fondo humanitario destinado a constituir el banco de vacunas y medicamentos, una iniciativa surgida en la Cumbre de alto nivel del organismo multilateral efectuada en diciembre de 2020.

En tal sentido, este Banco del Alba tiene en sus líneas de financiamiento dos millones de dólares para impulsar proyectos de salud. La entidad financiera desembolsará en una fase inicial el montó de un millón de dólares dirigidos a los Estados insulares del Caribe oriental integrantes del ALBA-TCP, que les permitan concluir negociaciones iniciadas con empresas y terceros países para la adquisición de vacunas anti Covid-19.

Luego en una segunda etapa, la institución bancaria dispondrá otro millón de dólares al banco de vacunas y medicinas, para garantizar el acceso a insumos médicos y pruebas de diagnóstico.

En apoyo, Venezuela puso a disposición su capacidad productiva para la elaboración de vacunas, además de activó un puente aéreo mediante la aerolínea nacional Conviasa para el traslado de antídotos, tratamientos, insumos médicos y personal asistencial.

La principal característica del ALBA-TCP, es la solidaridad hacia los pueblos de América Latina y el Caribe, sustentándose en el pensamiento de Simón Bolívar, José Martí, Antonio José de Sucre, Bernardo O´Higgins y otros próceres con sentido nacionalista y sin políticas injerencistas que nieguen el objetivo de construir una Patria Grande.

Fuente: Telesur, ALBA -TCP