Con persecución, amedrentamiento, sangre y muerte perseguían los gobiernos de la cuarta República a quienes con ideas de emancipación se opusieran a su modelo dominante y saqueador. En esa historia de violación de los Derechos Humanos, se inscribe la “Masacre de Yumare”, ocurrida hace 35 años en el estado Yaracuy, donde con una operación de ajusticiamiento y exterminio perdieron la vida nueve dirigentes sociales de izquierda, tras ser detenidos y torturados.
En Yumare, se imponía el modelo del fascismo de la Escuela de las Américas, que ejecutaban los cuerpos policiales venezolanos de entonces, específicamente la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), a cargo del excomisario Henry López Sisco. Ellos, los dirigentes sociales, fueron acusados de formar parte de la guerrilla con un escenario creado desde el gobierno, sin embargo, ni un arma los acompañaba, pero si los libros de Simón Bolívar, la poesía y los periódicos de izquierda. Ellos y ellas soñaban una patria libre.
Ocurrió el 8 de mayo de 1986, bajo el gobierno de Jaime Lusinchi, (Acción Democrática) quien con pensamiento de oposición a las ideas revolucionarias ordenó perseguir durante su mandato a cualquiera que se opusiera a su gestión de gobierno.
Por muchos años la Masacre de Yumare fue silenciada. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) nunca se pronunció, aun cuando la vida es un derecho inviolable y sagrado. Sin embargo, el caso fue reabierto por la Revolución Bolivariana.
He aquí las claves del suceso:
El día: 8 de mayo de 1986 (se cumplen 35 años).
El hecho: La Masacre de Yumare, operación militar contra civiles, que tuvo lugar en el sector Barlovento, caserío La Vaca del actual municipio Manuel Monge, en el estado Yaracuy.
Los responsables: Se acusó al gobierno de Jaime Lusinchi, representado por el ministro de Relaciones Interiores, Octavio Lepage, y el jefe de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y
Prevención (DISIP), Henry López Sisco, de amedrentar y erradicar a los grupos de izquierda.
Las víctimas: Rafael Ramón Quevedo Infante, Ronald José Morao Salgado, Nelson Martín Castellano Díaz, Dilia Antonia Rojas, Luis Rafael Guzmán Green, José Rosendo Silva Medina, Pedro Pablo Jiménez García, Simón José Romero Madriz, y Alfredo Caicedo Castillo. Nueve dirigentes sociales asesinados por su supuesto vínculo con la guerrilla.
El móvil: Ajusticiamiento y masacre. Supuesto enfrentamiento armado contra los funcionarios policiales en una zona de bosque tupido. Las evidencias revelaron que en el lugar no había casi vegetación y que el terreno estaba muy bien iluminado. Los muertos solo registraron impactos de bala en zonas puntuales del cuerpo, desmontando el supuesto de un enfrentamiento. Testigos concordaron en que los fallecidos habían sido detenidos, torturados y vestidos con ropa militar para mostrarlos como guerrilleros.
El esclarecimiento: Ocurrió en 2011, 25 años después de la masacre, y se condenó a 13 años de prisión al general retirado del Ejército, Alexis Sánchez Paz, quien admitió participar. En junio de 2009, el Ministerio Público acusó al comisario jubilado de la DISIP Henry Rafael López Sisco y pidió iniciar el proceso de su extradición desde Costa Rica, donde se había radicado.
Hoy a 35 años de la “Masacre de Yumare”, el pueblo de paz levanta su voz para decir ¡Prohibido olvidar!, este horrendo asesinato del puntofijismo y que nunca más el fascimso vuelva a someter al pueblo.
Fuente: Correo del Orinoco/Alba TV.
Yndira Visnú López.