Con la victoria geoestratégica que el Libertador Simón Bolívar, había alcanzado en la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821, se consolidaban los principios de unidad cívico-militar y el padre de la Patria tenía la certeza de un sueño hecho realidad: su país era libre.
El objetivo superior era tomar el control de su natal Caracas, lo que ocurrió el 29 de junio con una entrada triunfal a una ciudad que disolvía sus vínculos con el imperialismo español, una llegada avistada por el pueblo que con vítores lo recibió.
Luego de una ausencia de siete años, el Libertador próximo a cumplir 38 años de edad, entra triunfal a Caracas acompañado por su Estado Mayor, el general José Antonio Páez, llaneros, la división de Maracaibo y soldados, entre otros. La capital había padecido los rigores de la guerra y la presencia de los españoles, además le antecedía el terremoto de 1812. La ciudad estaba semidestruida.
Habían transcurrido apenas cinco días de aquella batalla épica en Carabobo, y Caracas, era el destino clave desde el aspecto de la liberación territorial, social económica y militar, de allí lo estratégico que indujo a Bolívar a tomar su control. Caracas, recobró aquel día histórico su espíritu festivo. Simón Bolívar auspicia ese renacer, ese nuevo comienzo, el levantar de la capital.
“Después de recibir los abrazos, el respeto y las felicitaciones de sus compatriotas, el Libertador organiza las cosas más urgentes en una ciudad que había encontrado semidestruida. En Caracas todo había cambiado. El Coronel Pereira (español), encargado del gobierno, había abandonado la capital retirándose a La Guaira. Bolívar trata de cerrarle el paso, pero luego se concede una honrosa capitulación que se firma el 3 de julio. Pereira se retira a Puerto Cabello, donde fallece a los pocos días a consecuencia de fiebre amarilla”, relatan los historiadores Carlos Fagúndez y Carmen Marcan de Fagúndez, en su obra literaria Simón Bolívar Año tras Año 1783-1.830.
La estadía de Bolívar en Caracas en 1821, fue muy corta. Después de concederle el gobierno al prócer venezolano Carlos Soublette, se prepara para regresar a Bogotá, donde atendería sus funciones como Presidente de la República y su mirada se direccionaba a la unidad del Sur, que tanto le preocupaba.
Los autores prenombrados, relatan lo que suponía para Bolívar regresar a su amada Caracas, dormir de nuevo en la solariega casa de San Jacinto (en el casco histórico), abrazar a su familia y caminar libremente por las calles de su terruño.
Para el historiador Juan Romero, el pensamiento de la unidad cívico-militar, se mantenía efervescente para lograr la liberación de toda Venezuela del vasallaje español de 300 años, y en especial Caracas como centro del poder político.
“Podemos decir que es la entrada del héroe, del estratega, que comprendió que para modificar la guerra de Independencia tenía que incluir a todo el pueblo. Bolívar entra con un proyecto emancipador, con ideas de un Estado incluyente, con ideas geopolíticas. La entrada de Bolívar es la entrada del héroe, pero también del individuo que es capaz de comprender el proceso histórico que vivió y la necesidad de construir un proyecto colectivo profundamente antiimperialista”, resalta Romero.
Otros aspectos relacionados a esta nueva gesta del Libertador, la detalla Romero quien refiere en entrevista a Venezolana de Televisión, que para entonces a causa de la Guerra, la economía y la producción del campo estaba mermada y deprimida y que los insumos que eran producidos, eran captados por los españoles. Entre tanto, también la moneda de curso dependía de la corona, una moneda imperial, El Maravedí.
“Cuando el Libertador entra a Caracas en 1821, también se produce un impacto en lo económico. Con ello se da inicio a un proceso importante en materia de producción económica y monetaria; con una moneda generada por la Independencia, un proceso que comenzará con la Casa de la Moneda y posteriormente con la emisión del Bolívar, ya en los tiempos de Guzmán Blanco”, refiere el historiador.
Sin duda, que siendo apenas unos días los que el Libertador pudo permanecer en Caracas, éstos bastaron para ordenar el sistema de gobierno ahora con los principios de la República libre y soberana y con ello el trabajo para superar los embates de la guerra con la que los españoles habían desbastado a la ciudad.
La genialidad del Libertador se expresó a lo largo de su carrera política y militar y en cada combate que libró por la independencia. Su entrada triunfal a Caracas, es una muestra de cómo Bolívar vislumbraba la importancia del tiempo y del espacio. Su objetivo era liberar a la capital del domino español y con ello propinarle una derrota al rey Fernando VII, quien había sometido a todo un pueblo a sus designios monárquico con sangre y fuego.
Caracas, fue ayer un punto de partida geoestratégico para el Libertador en el proyecto emancipador que tiene sus bases programáticas en el Discurso de Angostura, donde se delinean los principios de República, gobierno, sociedad y soberanía. Caracas, fue también aquel 29 de junio de 1821, la victoria para la inspiración y el avance de Simón Bolívar a la campaña de Sur.
A 200 años de esta gesta gloriosa del Libertador, decimos con Bolívar que somos libres y soberanos. Hoy el pueblo de Caracas lo festeja con un sentimiento patrio y la ciudad de Caracas, se viste con su mejor gala para recordar la entrada triunfal del hombre que hizo posible estos días de independencia.
¡Que viva nuestro Libertador Simón Bolívar!.
