MPPEF (05.04.2018). Hoy se recuerdan 16 años del fatídico Golpe de Estado perpetrado los días 11 y 12 de abril del año 2002 contra el Gobierno del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, el cual marcó un hito en la historia contemporánea del país.
La unión cívico-militar logró derrotar las artimañas mediáticas que contaron con el respaldo de las cúpulas políticas tradicionales, los empresarios aliados a Fedecámaras, los oficiales de alto rango y el gobierno de la Casa Blanca, quienes vieron vulnerados sus privilegios con las leyes que había aprobado el presidente Chávez por la vía habilitante en el año 2001.
El imperialismo norteamericano acusó al Comandante Chávez de provocar una supuesta crisis política en Venezuela, lo que sirvió como pretexto para que en la madrugada del 12 de abril de 2002, el presidente constitucional de la República fuese depuesto del poder.
Estos días de abril marcaron un hecho inédito para el país, experimentando una guerra psicológica contra miles de seguidores de la oposición quienes fueron usados como carne de cañón para derrocar a un gobierno legítimo.
El fervor popular se volcó a las calles a exigir el retorno del líder de la revolución bolivariana, de la democracia y junto a la FANB, en la más sólida unión cívico-militar iniciaron el rescate de Hugo Chávez.
Con el montaje de que Chávez había renunciado a la presidencia, cuando, en realidad estaba secuestrado el presidente de Fedecámaras; Pedro Carmona Estanga, fue juramentado como presidente de facto 47 horas después del Golpe de Estado; tiempo que tardó el pueblo revolucionario en movilizarse y organizarse para retomar el hilo constitucional de la Nación con el rescate del líder de la Revolución Bolivariana.
“¡Queremos a Chávez! ¡Chávez no renunció, lo tienen secuestrado!”
Mientras los medios callaban realidades, un fenómeno inédito en el mundo sucedía en las calles de Venezuela; un proceso de información boca a boca, por teléfonos celulares y murales en las paredes, que derrumbó la tesis del poder indudable que pueden tener los medios; el pueblo sabía que el día anterior había ocurrido algo muy diferente a lo que transmitían las televisoras.
“¡Queremos a Chávez! ¡Chávez no renunció, lo tienen secuestrado!”, era el gritó colectivo de un pueblo que clamaba el retorno de su presidente legítimo.
En Venezuela se restableció sorprendentemente el hilo democrático y constitucional sin que el pueblo chavista desbordara su ira en armas contra los verdugos que lo persiguieron durante 48 horas.
El domingo 13 de abril, desde tempranas horas se inició una concentración en las puertas de Fuerte Tiuna; ya en horas de la tarde, Pedro Carmona renunciaba a la Presidencia y en la madrugada del 14, un grupo de militares patriotas vuelan hasta la isla de La Orchila para rescatar al presidente Chávez y llevarlo a Caracas en su retorno al Poder Político del país.
Victoria Popular: Chávez retorna al palacio del pueblo
Con el grito de “Volvió, volvió volvió”, a las 2:50 de la madrugada del 14 de abril retornó la esperanza de un pueblo a Miraflores; en ese momento, Chávez destacó la labor de las fuerzas militares y de la organización popular en la restitución del hilo constitucional.
“Retorno cargado espiritualmente de un gran amor, si hace dos días yo los amaba a ustedes, hoy más, después de esta jornada histórica, de esta demostración sin precedentes en el mundo de cómo un pueblo y sus soldados detuvieron una contrarrevolución sin disparar un tiro, sin derramar sangre, y repusieron las cosas en su sitio”, expresó el líder de la revolución bolivariana.
En horas de la tarde, Pedro Carmona renuncia a la Presidencia y en la madrugada del 14 un grupo de militares patriotas vuelan hasta la isla de La Orchila para rescatar al presidente Chávez y llevarlo a Caracas en su retorno al Poder Político del país.
“A Dios lo que es de Dios, al Cesar lo que es del Cesar y al pueblo lo que es del pueblo”, fueron las primeras palaras del comandante Chávez a su llegada a la casa del pueblo.
La derecha venezolana persiste en tratar de socavar las bases establecidas en la democracia popular y participativa, frente a ello, el pueblo bolivariano seguirá defendiendo los logros obtenidos desde la llegada de la Revolución en 1999.
T/ Franquis Toledo
F/ Archivo