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Venezuela conmemora 227 años de la Libertadora de América

El 27 de diciembre de 1797 nació en la ciudad de Quito (Ecuador) Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru, una mujer que se convirtió en una heroica ecuatoriana que luchó por la libertad de América Latina. Fue la protagonista en diferentes batallas contra el imperio español.

Lectora de los clásicos griegos y autores franceses, estudió francés e inglés y tuvo oportunidad de educarse en conventos reconocidos mundialmente para la época, recibió educación básica hasta los 17 años, pero fue suspendida al caer en las redes seductoras de un oficial del ejército.

Sáenz aquella mujer que destacó por su valentía y compromiso por la libertad, combatió en diversas batallas, una de ellas la de Pichincha, combate que selló la emancipación de Ecuador en el año 1822.
También levantó su armamento en la batalla de Ayacucho, coronando la soberanía de Perú y gran parte de América del Sur.

El 10 de diciembre de 1824 recibió una carta de reconocimiento de nada más y nada menos que Antonio José de Sucre, donde apreció la importancia de esta mujer en las gestas independentistas que se estaban generando en esa época.

“Se ha destacado particularmente doña Manuela Sáenz por su valentía; incorporándose desde el primer momento a la división de Húzares y luego a la de Vencedores; organizando y proporcionando el avituallamiento de las tropas, atendiendo a los soldados heridos, batiéndose a tiro limpio bajo los fuegos enemigos; rescatando a los heridos (…) Doña Manuela merece un homenaje en particular por su conducta”.

La Libertadora del Libertador

Manuela Sáenz en 1828 fue reconocida como la Libertadora del Libertador por su amado Simón Bolívar, luego de haberlo salvado de aquel atentado que por poco acaba con su vida en Santa Fe, en Bogotá.

Manuela describió en su Diario de Paita el amor que la llevó a comprometerse con los pueblos, la patria y la libertad que ellos merecían, además, explicó cómo fue que la lucha y las armas lograron unir su vida a su amor Simón Bolívar.

Sáenz, luego de ser desterrada de Colombia y asentarse en tierras peruanas muere el 23 de noviembre de 1856 al infectarse de difteria, su muerte fue muy trágica, ya que fue incinerada dentro de su casa y sus cenizas fueron depositadas en una fosa común.

Para el año 2010, Venezuela acoge sus restos simbólicos que ahora descansan en el Panteón Nacional, junto a los restos de su amado y Libertador de América, Simón Bolívar.

MinFinanzas /GP

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